He visto a China prohibir la minería, pero sigo aquí.
He soportado el confinamiento mundial por la pandemia, y sigo aquí.
He sobrevivido al desastre de FTX, y sigo aquí.
He visto a Tesla detener los pagos de Bitcoin, y sigo aquí.
He visto la inflación dispararse al 9%, pero sigo aquí.
He visto a los bancos caer como fichas de dominó, y sigo aquí.
He experimentado un aumento histórico del 2000% en las tasas de interés, del 0% al 5,5%, la mayor subida de la Reserva Federal de la historia, y, sin embargo, sigo aquí.
A pesar de cada tormenta, cada sacudida del mercado y cada desastre, Bitcoin sigue en pie, y yo también.
Y ahora, mientras estoy al borde de la próxima ola, espero pacientemente lo que podría ser la última y masiva racha alcista de las altcoins.
