El Banco Central Europeo (BCE) redujo su tasa de depósito en un cuarto de punto por segunda vez este año, una clara reacción al débil crecimiento económico y a una inflación que se acerca al objetivo del 2%.

La decisión era ampliamente esperada, pero los mercados financieros apenas reaccionaron. Es como si se encogieran de hombros y dijeran: “¿Eso es todo lo que tienen?”.

El BCE ha rebajado su previsión de crecimiento para 2024 al 0,8%, ligeramente por debajo de la predicción anterior del 0,9%. Se espera que la demanda interna lastrará el crecimiento en los próximos trimestres.

El Consejo de Gobierno del banco central fue tan vago como siempre, repitiendo su vieja y cansada línea de tomar decisiones basadas en datos y de ir reunión tras reunión.

Así que nadie sabe realmente si habrá otro recorte en octubre o más adelante en el año. Los economistas están divididos. Creen que el BCE podría pulsar el botón de pausa cuando se reúna de nuevo el 17 de octubre, tal como lo hizo en julio.

Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo

Pero otros tienen la vista puesta en el 12 de diciembre para el próximo posible recorte de un cuarto de punto. Según los datos de LSEG, hay un 70% de posibilidades de que el BCE deje las tasas sin cambios en octubre, y solo un 30% de probabilidades de que haya otro recorte.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, no ha tranquilizado a la gente. Ha dejado muy claro que no se están “comprometiendo de antemano” a nada, lo que deja mucho margen para las conjeturas.

Carsten Brzeski, de ING Research, señaló que la inflación sigue siendo algo rígida, en parte debido a las negociaciones salariales en Alemania. Mientras eso siga así, es probable que el BCE se abstenga de aplicar reducciones de tipos más agresivas.

Brzeski no cree que veremos recortes más rápidos hasta el año próximo, y no se equivoca al señalar que el historial del BCE en la predicción de la inflación no es exactamente estelar.

Pero aquí está el truco: como las perspectivas de crecimiento de la eurozona parecen cada día más débiles, el BCE podría no tener otra opción que actuar de forma más agresiva en algún momento.

Brzeski cree que una vez que el BCE se dé cuenta de lo mal que están las cosas, se verá obligado a realizar recortes más profundos.

Mientras tanto, Lagarde ha sido franca sobre los riesgos para el crecimiento, citando la menor demanda de exportaciones de la eurozona y las tensiones geopolíticas.

También está la cuestión no tan pequeña de cómo una política monetaria más restrictiva podría tener efectos mayores en el futuro de lo que se espera.

La reacción del mercado y el impulso de las criptomonedas

Tras la decisión del BCE, el euro recibió un pequeño impulso. Se cotizó al alza frente al dólar estadounidense, subiendo aproximadamente un 0,21 % hasta los 1,103 dólares. No fue un salto enorme, pero sí digno de mención.

Mientras tanto, el mercado de criptomonedas experimentó un aumento aún mayor. Bitcoin despegó y alcanzó los 58.258 dólares, lo que supone un aumento del 2,5 % en tan solo 24 horas.

Ether no se quedó atrás, subiendo un 1% para cotizar a 2.370 dólares. Con la capitalización de mercado de Bitcoin alcanzando los 1,15 billones de dólares y la de Ethereum en 285.230 millones de dólares, la capitalización de mercado general subió a aproximadamente 2,05 billones de dólares.

Es un buen día para las criptomonedas, a pesar de que los volúmenes de negociación siguen siendo bastante bajos. Algunos observadores de criptomonedas ya están mirando más allá del BCE y hacia la Reserva Federal.

Sin embargo, su recorte de tasas podría no tener mucho efecto en el mercado. Se están barajando muchas razones para ello. Para empezar, las criptomonedas no se rigen por las mismas reglas que los mercados tradicionales.

Mientras los bancos centrales se obsesionan con las tasas de interés, los traders de criptomonedas se centran en cuestiones como la adopción, las noticias regulatorias y el buen sentimiento tradicional.

También está el hecho de que el recorte ya está incorporado en el precio. Los operadores han estado esperando este movimiento durante un tiempo, con una probabilidad de alrededor del 85 % estimada de un recorte de 25 puntos básicos el 18 de septiembre.

Así que cuando finalmente suceda, podría no ser el catalizador que la gente espera.