Principales conclusiones
Las instituciones financieras tradicionales, las family offices e incluso las empresas públicas no financieras están reconociendo el valor de los activos digitales como parte de sus carteras de inversión.
La inclusión de criptomonedas como BTC y ETH en una cartera diversificada ofrece un medio para aumentar potencialmente los rendimientos y al mismo tiempo mitigar los riesgos asociados con la volatilidad del mercado.
Los datos muestran que incluso una pequeña asignación a criptomonedas puede mejorar el rendimiento de una cartera al mejorar la relación riesgo/rendimiento.
La reciente ola de divulgaciones de informes 13F del segundo trimestre por parte de instituciones financieras estadounidenses reveló que algunos gigantes de la inversión de Wall Street han aumentado significativamente su exposición a las criptomonedas. En concreto, Goldman Sachs y Morgan Stanley informaron de la compra de más de 600 millones de dólares en ETF de bitcoin al contado, lo que supone un repunte significativo respecto del trimestre anterior. Esta medida forma parte de una tendencia más amplia en la que las instituciones financieras tradicionales (TradFi), las family offices e incluso las empresas públicas no financieras están reconociendo el valor de los activos digitales como parte de sus carteras de inversión.
El auge de las criptomonedas ya no es una tendencia exclusiva de los entusiastas de la tecnología y los inversores minoristas. Los activos digitales están siendo adoptados por algunas de las entidades más conservadoras y reacias al riesgo del mundo financiero. Este cambio es un testimonio de la percepción cambiante de los activos digitales, que ahora se consideran un componente viable y estratégico de las carteras diversificadas. Esto es lo que los atrae a una clase de activos que sería impensable ver en sus carteras hace solo unos años.
Las cualidades de las criptomonedas como inversión
Las criptomonedas ofrecen cualidades únicas que las convierten en una opción de inversión atractiva, así como en una forma de diversificar una cartera. Consideradas como activos de riesgo, las criptomonedas y los productos relacionados son sensibles a las tendencias macroeconómicas. Por ejemplo, la caída del mercado del mes pasado hizo que algunos inversores se alejaran de los activos más riesgosos, mientras que se espera que el cambio previsto en la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos impulse el interés de los inversores en los activos digitales.
En los últimos años, la percepción que rodea a las criptomonedas ha cambiado significativamente, pasando de ser una clase de activo oscura y olvidada a una de las tendencias más populares de Wall Street. Este cambio se ha visto subrayado por importantes hitos regulatorios, como la aprobación por parte de la SEC de los ETF de BTC y ETH al contado a principios de este año, lo que mejoró significativamente la legitimidad de las criptomonedas.
Es cierto que los gestores de activos y los asignadores de capital siguen muy concentrados en las inversiones tradicionales. Por ejemplo, el sector de gestión de activos del Reino Unido, que gestiona casi 8,8 billones de libras en activos, invierte predominantemente en acciones y renta fija, que representan el 42,4% y el 28,1% del total, respectivamente. Sin embargo, cada vez se reconocen más los beneficios que pueden aportar activos como el bitcoin y el ether a las carteras de inversión.
Los datos históricos a los que se hace referencia en un informe de CCData sugieren que estos criptoactivos pueden proporcionar altos rendimientos ajustados al riesgo y exhibir una baja correlación con las acciones públicas. Esta combinación única no solo puede mejorar los rendimientos de la cartera, sino también mejorar la diversificación. Con base en la relación riesgo/rendimiento durante el año pasado, BTC y ETH demostraron un sólido desempeño, ofreciendo alternativas atractivas a las inversiones tradicionales.
Lo que esto significa en la práctica es que la inclusión de criptomonedas de primera línea como BTC y ETH en una cartera diversificada ofrece un medio para aumentar potencialmente los retornos y al mismo tiempo mitigar los riesgos asociados con la volatilidad del mercado.
El mismo análisis revela que las carteras que incorporan criptomonedas tienen el potencial de lograr mayores retornos ajustados al riesgo y beneficiarse de una mayor diversificación y una volatilidad reducida. Por ejemplo, una cartera optimizada para incluir activos digitales podría lograr un retorno anual del 17,5% con una volatilidad anualizada menor del 6,25%, en comparación con una cartera sin activos digitales, que exhibió una volatilidad anualizada del 7,46% para el mismo retorno. Esto demuestra que incluso una pequeña asignación a criptomonedas puede mejorar el rendimiento de una cartera al mejorar el equilibrio riesgo/rendimiento y, al mismo tiempo, brindarles a los inversores más oportunidades de lograr configuraciones de cartera óptimas que se alineen con su tolerancia al riesgo y sus expectativas de retorno.
Diversos actores en el espacio de inversión en criptomonedas
La creciente participación de instituciones financieras como Goldman Sachs y JPMorgan es solo la punta del iceberg. Las family offices, que tradicionalmente gestionan el patrimonio de personas con un patrimonio neto muy elevado, también se están aventurando en el espacio de las criptomonedas.
Según el informe inaugural Family Office Investment Insights de BNY Mellon, las criptomonedas representan actualmente el 5% de las carteras de las family offices, una distribución que habría sido inimaginable hace una década. Además, el 33% de los profesionales de las family offices indican que están invirtiendo activamente en criptomonedas y podrían aumentar sus tenencias, mientras que el 30% afirma tener una exposición limitada o que actualmente están explorando estos activos.
Aunque el entorno regulatorio en torno a los activos digitales aún está tomando forma, la falta de certidumbre regulatoria y armonización aún actúa como una barrera importante para la inversión. Sin embargo, a medida que el espacio regulatorio se vuelve más estructurado gracias a esfuerzos regulatorios como la regulación MiCA de la UE y las aprobaciones de ETF en los Estados Unidos, podemos esperar la entrada de cada vez más instituciones y capital.
Las criptomonedas en los balances corporativos: una medida estratégica
No son solo las instituciones financieras las que están cada vez más interesadas en las criptomonedas; varias empresas públicas fuera del sector financiero también tienen activos digitales en sus balances. Empresas como MicroStrategy y Block, antes conocida como Square, han sido noticia por sus importantes tenencias de BTC. Estas empresas ven las criptomonedas no solo como una inversión, sino como una reserva estratégica que puede mejorar las tesorerías corporativas y brindar opciones de liquidez en tiempos económicos inciertos.
MicroStrategy fue la primera empresa pública en realizar una asignación sustancial a bitcoin, comenzando con una primera inversión de $250 millones en 2020 y adoptándolo como su principal reserva de tesorería. Hoy, MicroStrategy posee 226,331 BTC, con un valor total cercano a los $14 mil millones. Esta inversión representa una parte importante de la estrategia financiera de la empresa e ilustra su compromiso con bitcoin como activo principal.
El enfoque de la empresa implica utilizar los ingresos de las actividades del mercado de capitales y las reservas de efectivo excedentes para financiar estas compras. Esta estrategia tiene como objetivo generar un "rendimiento de BTC" positivo, un indicador clave de rendimiento que mide la eficacia de sus inversiones en bitcoins. Esta métrica refleja la diferencia entre el valor de mercado actual de BTC y el precio de compra de MicroStrategy. A mediados de 2024, el rendimiento de BTC se situó en el 12,2%, lo que pone de relieve ganancias sustanciales en relación con sus costes de adquisición.
Block, Inc., bajo el liderazgo de su director ejecutivo Jack Dorsey, realizó su primera inversión importante en bitcoins por 50 millones de dólares (aproximadamente el 1 % de sus activos totales en ese momento) en 2020. Esta medida fue parte de una estrategia más amplia que se alinea con la misión de Block de fomentar el empoderamiento económico y apoyar un sistema financiero más inclusivo. Hoy, las tenencias de BTC de Block están valoradas en aproximadamente 518 millones de dólares, lo que refleja la importancia de bitcoin en su estrategia financiera a largo plazo.
Estos movimientos corporativos hacia Bitcoin están impulsados por una variedad de motivaciones. Algunas empresas ven las criptomonedas como una cobertura contra la devaluación de las monedas fiduciarias, mientras que otras se sienten atraídas por el potencial de una apreciación sustancial del capital a largo plazo. Empresas como Block y MicroStrategy han visto aumentar el valor de sus tenencias de Bitcoin, superando significativamente las reservas de efectivo tradicionales, que han mostrado una apreciación mínima después de ajustar la inflación.
El futuro de las criptomonedas en las carteras de inversión
A medida que la adopción de activos digitales sigue creciendo, es posible que veamos una gama aún más amplia de actores entrando en el espacio. La idea de incluir criptomonedas en los fondos soberanos de inversión, por ejemplo, está ganando terreno. Cabe destacar que el fondo soberano de inversión de Noruega, el más grande del mundo, ha aumentado significativamente sus tenencias indirectas de bitcoin este año. A mediados de 2024, el fondo tenía aproximadamente 2.446 BTC, lo que refleja un aumento del 62% en seis meses, principalmente a través del aumento de las participaciones en empresas relacionadas con las criptomonedas como MicroStrategy y Block, Inc., lo que marca un cambio significativo en la forma en que los gobiernos nacionales ven y utilizan los activos digitales como parte de sus estrategias de inversión más amplias.
Mientras tanto, el interés global en las criptomonedas entre los fondos soberanos de inversión sigue creciendo. Fondos de países como Singapur y los Emiratos Árabes Unidos han explorado inversiones en el sector de las criptomonedas, considerando los activos digitales como una posible cobertura contra la inflación y una oportunidad para la diversificación de la cartera.
El creciente interés institucional y corporativo en las criptomonedas subraya una tendencia más amplia: los activos digitales se están convirtiendo en un componente principal de las carteras de inversión modernas. A medida que el panorama financiero continúa evolucionando, es probable que el papel de las criptomonedas se amplíe, ofreciendo nuevas oportunidades de diversificación, crecimiento y gestión de riesgos.