El backtesting se basa en el análisis de datos pasados ​​para encontrar una fórmula o sistema que produzca la mayor tasa de éxito.

Hasta aquí todo bien, porque siempre encontrarás algo que muestre un porcentaje positivo. El problema es que no sabrás si se comportará de la misma manera en el futuro, pero lo más probable es que no sea así. De hecho, muchos sistemas que crees que funcionan dejarán de hacerlo poco después.

Y eso sin tener en cuenta si el sistema se vuelve conocido en la comunidad comercial...

Esto sucede porque cada vez que usted cierra una operación con ganancias, alguien más tiene que cerrarla con pérdidas, lo que significa que para que haya ganadores, debe haber perdedores.

Nota: Simplemente comprender esto debería ser suficiente para darse cuenta de que el backtesting es tan inútil como buscar un sistema de trading automático.

Sé exactamente en qué fase se encuentran estos traders: la inicial. Es una etapa en la que no encuentran el “Santo Grial”, lo que lleva a muchos a abandonar su objetivo mientras que otros intentan vender un sistema que no funciona y nunca lo hará, solo porque necesitan recuperar de alguna manera el tiempo perdido buscándolo.

Por lo tanto, aquellos que intentan lograr la consistencia a través de un sistema de comercio automático están equivocados.

Pero ¿por qué se inventaron los sistemas automáticos en primer lugar?

El backtesting surgió cuando los traders comprendieron, de alguna manera, que necesitaban distanciarse de sus instintos al realizar operaciones.

Principalmente miedo, impaciencia, codicia... Todo el drama psicológico que entra en juego en el trading provoca fallos devastadores en la cuenta de un trader, de ahí la búsqueda de un sistema automático que evite que las emociones influyan en las decisiones de trading.

Sin embargo, se darán cuenta repetida y desesperadamente de que los maravillosos resultados que ofrece el sistema en la simulación (casi siempre sobreoptimizados) no se traducen al mundo real.

Esto se debe a que el mercado es impredecible; los sistemas no pueden reaccionar a sus rápidos movimientos y, cuando lo hacen, ya se ha perdido gran parte de la ganancia potencial. A menudo, la operación se abre justo antes de que el mercado cambie de dirección. Esto es aún más evidente cuanto menor sea el marco temporal en el que se opera.

Por lo tanto, el trader entiende desde el principio que los instintos humanos básicos son perjudiciales para el éxito del trading, por lo que utiliza estos sistemas automáticos para evitar que esos instintos afecten sus operaciones.

Tienen razón en este aspecto, pero se equivocan cuando se trata de utilizar el método correcto, que es la gestión del dinero y del riesgo, el único método que anula eficazmente nuestros instintos primarios.