La semana que viene se publicarán nuevos datos sobre la inflación en Estados Unidos, que podrían influir en la estrategia de la Reserva Federal respecto de las tasas de interés. Los economistas siguen de cerca las cifras y cada vez hay más expectativas de que los datos puedan reforzar los argumentos a favor de un posible recorte de las tasas.
Se prevé que el índice de precios del gasto de consumo personal, excluidos los alimentos y la energía, que es el indicador de inflación preferido por la Reserva Federal, aumente apenas un 0,2% por segundo mes consecutivo en julio. Este aumento moderado y constante sugiere que la inflación se está estabilizando, lo que podría desempeñar un papel clave en la configuración de las futuras decisiones de política monetaria de la Reserva Federal.
Las tendencias de inflación básica indican un cambio potencial
La tasa anualizada trimestral de inflación básica es un factor importante en el próximo informe. Se prevé que esta tasa disminuya al 2,1%, acercándola al objetivo de la Reserva Federal del 2%. Aunque todavía no ha alcanzado el objetivo, la proximidad podría ser suficiente para impulsar debates entre los responsables de las políticas sobre la flexibilización de la política monetaria. La expectativa de esta ligera disminución ya ha llevado a algunos analistas a considerar la posibilidad de recortes de tasas en breve.
El informe también destacará el gasto de consumo, que se espera que aumente un 0,5% en julio. Se trata del aumento más sustancial en cuatro meses, lo que refleja la resiliencia del comportamiento de los consumidores. Un gasto de consumo continuo y sólido es crucial para sostener el crecimiento económico, especialmente en un momento en que la Reserva Federal busca el delicado equilibrio entre controlar la inflación y evitar una recesión.
La fortaleza del gasto de consumo indica que, a pesar de las presiones inflacionarias, la economía no se tambalea. Esta resistencia puede dar a la Reserva Federal más flexibilidad en sus decisiones de política monetaria, en su intento de mantener la estabilidad económica y al mismo tiempo controlar la inflación.
El doble mandato de la Reserva Federal bajo escrutinio
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, abordó recientemente el doble mandato de la Fed de gestionar la inflación y promover el empleo durante el simposio de Jackson Hole. Ante las señales de un enfriamiento de la inflación, la atención se está desplazando hacia el mercado laboral. Powell reconoció que, si bien se han logrado avances en materia de inflación, la salud del mercado laboral desempeñará un papel fundamental a la hora de determinar los próximos pasos de la Fed.
Powell también indicó que la Reserva Federal se está preparando para su primera revisión formal desde el aumento de la inflación durante la pandemia. Enfatizó la importancia de comprender los desafíos enfrentados en los últimos años, citando la necesidad de humildad y la voluntad de aprender de los errores pasados. Esta revisión tiene como objetivo identificar qué salió mal durante la pandemia y cómo prepararse mejor para futuras perturbaciones económicas.
La Reserva Federal continúa evaluando los datos que se avecinan; el próximo informe sobre inflación podría resultar decisivo para definir su estrategia en materia de tasas de interés. Dado que la inflación muestra signos de moderación y el gasto de consumo se mantiene estable, el escenario está preparado para posibles decisiones políticas importantes en los próximos meses.
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