Bitcoin está siendo golpeado por todos lados después de una semana de infierno. Los pesos pesados, esos grandes actores institucionales, están retrocediendo. ¿El resultado? Bitcoin ha caído, mucho, cayendo por debajo de los $59,000.

Si te preguntas por qué, todo se debe al dinero, al USDT para ser más precisos. Los datos muestran que Tether no está generando esa dulce liquidez como antes. Según Lookonchain:

“Las instituciones parecen haber dejado de comprar temporalmente, ¡y el precio de BTC cayó un 4,5% hoy! Notamos que las instituciones dejaron de recibir USDT de Tether Treasury y de transferirlo a los exchanges hace 2 días”.

Fueron 1.300 millones de dólares en USDT los que llegaron a las bolsas después del colapso del 5 de agosto, y ahora, nada. Cuando el dinero deja de moverse, aparentemente también lo hace el bitcoin.

Presión de venta: La caída que no cesa

Bitcoin sufrió un duro golpe durante el fin de semana previo al 12 de agosto. La presión de venta golpeó como un mazo y, de repente, el precio cayó en caída libre, llegando a alcanzar un mínimo de $57,000 durante el día.

Todo el mercado se tambaleaba. El sentimiento se agrió muy rápido. El índice de miedo y avaricia cayó a 50, justo en medio de la zona neutral. Ya no había euforia, solo nervios.

La capitalización del mercado mundial de criptomonedas sufrió un duro golpe, perdiendo un 4,07 % y quedando en 2,05 billones de dólares. Los flujos negativos de ETF tampoco ayudaron. El 9 de agosto, los flujos de ETF de Bitcoin estaban en rojo, por un total de 89,73 millones de dólares.

Se trata de una retirada de grandes cantidades de dinero, y es otro clavo más en el ataúd de Bitcoin. Cuando los grandes empiezan a vender, no es una buena señal para el resto de nosotros.

Altcoins y volatilidad: una mala combinación

No era solo Bitcoin el que estaba sangrando. Las altcoins estaban en el mismo barco, y se hundían rápidamente. Ethereum (ETH), Solana (SOL), Litecoin (LTC), todas sufrieron una paliza el 12 de agosto.

ETH y SOL cayeron más del 3%, y LTC no se quedó atrás, con una caída del 1,74%. Luego estaba la volatilidad. Los precios rebotaban como una pelota de goma, cotizando entre $57.000 y $61.562 en solo 24 horas.

Ese tipo de volatilidad es un asesino de la confianza de los inversores. A la gente no le gusta no poder predecir lo que va a pasar. Y cuando la confianza se pierde, también lo hace el precio.

También influyeron factores macroeconómicos: temores inflacionarios, alzas de tasas de interés, tensiones geopolíticas... todo ello pesaba sobre el mercado.

Bitcoin, a menudo considerado un activo de riesgo, no parecía el refugio seguro que algunos creían que sería. En cambio, era simplemente otra cosa de la que deshacerse cuando las cosas se ponían difíciles.

Como si las cosas no fueran suficientemente malas, se está gestando una demanda que tiene a todos aún más nerviosos. La extinta plataforma de intercambio Celsius decidió ir tras Tether en los tribunales.

Afirman que Tether liquidó ilegalmente aproximadamente 2.400 millones de dólares en garantías de Bitcoin en junio de 2022.

Celsius afirma que no dieron luz verde a esta liquidación, que ocurrió en un momento en el que la empresa atravesaba graves problemas financieros, que finalmente la llevaron a la quiebra.

Mientras tanto, Tether dice que todo fue transparente. Afirman que la liquidación se realizó con el consentimiento de Celsius, como parte de un acuerdo preexistente.

La reacción fue inmediata. En cuanto se conoció la noticia de la demanda, el mercado entró en pánico. El precio de Bitcoin volvió a caer y la incertidumbre que rodea esta batalla legal no hizo más que empeorar las cosas.

A nadie le gusta la idea de que haya pasivos potenciales que pesan sobre su mercado, especialmente cuando involucran miles de millones de dólares.