Si Donald Trump gana las próximas elecciones, asumirá el cargo con la experiencia de las luchas legales de su primer mandato, que estuvieron marcadas por personal inexperto, formulación de políticas apresurada y su propio desprecio por los procesos federales, lo que hizo que su agenda fuera propensa a desafíos legales. El candidato republicano para 2024 ya ha esbozado planes para un posible segundo mandato, centrándose en promulgar políticas de inmigración estrictas y eliminar las protecciones del servicio civil para numerosos empleados federales.

Sus partidarios, incluidos destacados grupos conservadores involucrados en el Proyecto 2025, han preparado documentos de políticas e identificado personal potencial leal a Trump que podría ser designado rápidamente para puestos federales para garantizar la rápida implementación de su agenda. Aunque Trump ha intentado distanciarse del Proyecto 2025, muchas de sus políticas y objetivos se alinean estrechamente con los suyos.

El Fiscal General de Washington, Bob Ferguson, recordando la prohibición inicial de viajar a los musulmanes, criticó a la administración anterior por su ejecución desordenada de las órdenes ejecutivas. Ferguson señaló que su oficina tuvo que adaptarse rápidamente durante esos tiempos, comparando la experiencia con "construir el avión mientras lo volábamos". Durante el año pasado, Ferguson, candidato demócrata a gobernador, ha estado compilando una estrategia legal para garantizar que su sucesor esté preparado para contrarrestar las iniciativas de Trump si vuelve a ganar.