Tom compró 1 Bitcoin en 2011 por alrededor de $10 y rápidamente se olvidó de él. Avanzando hasta 2021, Tom de repente recordó que podría aún tenerlo. Con el corazón acelerado, abrió su viejo portátil, solo para descubrir que la batería estaba muerta. Buscó por todas partes el cargador, incluso volcó su casa, y finalmente lo encontró enredado en un cajón.
El portátil se encendió. Allí estaba su billetera de Bitcoin—¡aún valía una pequeña fortuna! Pero justo cuando extendió la mano para comprobar el saldo, la pantalla se volvió negra. El portátil se había sobrecalentado y se había quemado. ¿La respuesta de Tom? Ahora dice que "invierte en paciencia."
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