El trazado a medio y largo plazo se realiza paso a paso, esperando pacientemente y creyendo firmemente que después de la tormenta aparecerá un arcoíris. El futuro es prometedor y tarde o temprano llegará. Los sueños se harán realidad y no estarán fuera de su alcance. Para entonces, tener una villa directamente al lado del mar no debería ser un problema.