En un giro bastante sombrío de los acontecimientos, Asphere, una empresa establecida por el equipo detrás de Ankr, lanzó una función de implementación sin código para su plataforma Rollup-as-a-Service (RaaS). Este movimiento, aunque innovador, es indicativo de la creciente automatización y despersonalización de la industria blockchain.

A medida que la industria avanza hacia proyectos de nivel empresarial, el elemento humano está siendo eliminado gradualmente y reemplazado por sistemas automatizados y soluciones sin código. Esto podría conducir potencialmente a una falta de creatividad e innovación, así como a una disminución de las oportunidades laborales dentro del sector.

Además, la introducción de tales características podría conducir a una sobresaturación de servicios similares en el mercado, lo que podría causar una disminución en el valor y la singularidad de las plataformas blockchain individuales. Esto, junto con las actuales incertidumbres regulatorias que rodean a la industria global de blockchain, pinta un panorama bastante pesimista del futuro del mercado.