¿Es más caro atacar una red de Prueba de participación (PoS) que una de Prueba de trabajo (PoW)? El último informe de BitMEX profundiza en este debate, desafiando la idea de que los sistemas PoS son más difíciles de comprometer.
La clave aquí es comparar el costo de alquilar versus comprar los recursos necesarios para un ataque.
Alquilar versus comprar: la dinámica de los costos
Empecemos con lo básico. Para atacar una red PoW como Bitcoin, necesitarías controlar el 51% de su poder minero.
Los mineros ganan alrededor de 10 mil millones de dólares al año, por lo que alquilar suficiente poder de hash para atacar la red sería un gasto enorme. Pero ¿qué pasa si sólo necesitas ofrecer un poco más para atraer a los mineros?
Una prima del 20% sobre sus ingresos anuales significa que necesitaría alrededor de 12.000 millones de dólares. Después de restar las ganancias potenciales de la minería, BitMEX dijo que el costo neto podría ser de alrededor de 2 mil millones de dólares por año.
Por otro lado, las redes PoS como Ethereum requieren que los atacantes controlen una gran parte de las monedas apostadas. Los apostadores ganan alrededor de 3.000 millones de dólares al año.
Aplicando la misma prima del 20%, el coste de alquilar suficiente Ethereum apostado sería de aproximadamente 3.600 millones de dólares al año.
Sin embargo, sólo se necesita un tercio de la participación total para interrumpir la red, lo que reduce el costo anual a alrededor de 1.200 millones de dólares.
Según BitMEX, esta comparación no es perfecta, pero resalta que PoS podría no ser tan costoso de atacar como algunos piensan. Ellos argumentan que
"Al normalizar las capitalizaciones de mercado, el costo de atacar es aproximadamente el mismo, con Bitcoin aproximadamente tres veces mayor".
Una amenaza más permanente
Si un atacante quisiera hacer todo lo posible, tendría que comprar y construir: adquirir hardware de minería para PoW o comprar activos apostados para PoS.
Para las redes PoW, esto significa comprar hasta el 51% del hardware de minería, lo que podría ser un proceso largo y costoso, que posiblemente lleve años y miles de millones de dólares.
Para PoS, si alguien como el departamento ficticio anti-cripto de Elizabeth Warren intentara comprar un tercio del Ethereum apostado, podría costar hasta 100 mil millones de dólares. Esto podría desencadenar un aumento en los mercados.
BitMEX señala que este ataque podría ser contraproducente:
"El impacto de tal ataque en el ecosistema sería tremendo y se produciría un gran repunte en el precio de las monedas alternativas".
Atacar redes PoW requiere gastos continuos para mantener el control sobre la red, mientras que los sistemas PoS pueden necesitar solo una inversión única. Notas de BitMEX:
"Un factor crítico de los sistemas PoW aquí es que el atacante puede necesitar seguir gastando fondos a largo plazo para mantener y sostener el ataque, mientras que para los sistemas PoS, es principalmente un costo único".
Riesgo de confiscación y anclajes en el mundo real
Otra consideración es el riesgo de confiscación. El hardware de minería es físico y puede confiscarse, mientras que las apuestas en criptomonedas se pueden trasladar a través de fronteras con relativa facilidad.
Esto hace que apostar sea potencialmente más seguro contra ataques físicos. BitMEX dice que:
"Transportar la participación es tan fácil como mover una clave privada, y es muy fácil moverla a través de fronteras sin ser detectado".
Sin embargo, tanto los sistemas PoW como PoS tienen sus vulnerabilidades. En PoS, si un atacante controla una gran parte de la apuesta, en teoría podría destruir la red.
En PoW, la red podría recuperarse con el tiempo a medida que el hardware de minería se degrada y se reemplaza. BitMEX dijo:
“Al menos tienes la oportunidad de esperar y regresar, con suerte sin la carga de lo que ha sucedido”.
La falta de un ancla en el mundo real en los sistemas PoS podría ser una debilidad, haciéndolos potencialmente más susceptibles a ciertos tipos de ataques.