Cuando FTX se vino abajo el año pasado, las repercusiones fueron devastadoras. El contagio no sólo provocó la caída de los criptoactivos y dañó las carteras de los comerciantes profesionales, sino que también eliminó un importante fondo de inversión para las nuevas empresas de blockchain. Innumerables inversores individuales fueron testigos de cómo se evaporaban los ahorros de toda su vida y me solidarizo con todas las víctimas.
Si bien se reconocen los errores y las repercusiones del pasado, hay un lado positivo que no se puede ignorar. Aunque impopular en algunos sectores, la noticia de un posible relanzamiento de FTX con un nuevo nombre ha provocado una ola de optimismo en la comunidad criptográfica, y con razón. Un relanzamiento podría generar una serie de resultados positivos para la industria, los inversores y los clientes por igual.
Relanzar FTX tiene sus ventajas
Una de las ventajas más importantes de un relanzamiento exitoso de FTX sería el potencial de atraer a más inversores nuevamente al espacio criptográfico. En caso de que la bolsa resurja con un nuevo equipo de gestión y un compromiso realizado para rectificar problemas pasados, puede generar un interés renovado por parte de la comunidad inversora en general. Y los efectos positivos se agravarían. Una mayor participación de los inversores infundiría al intercambio fondos adicionales, que luego podrían usarse para reembolsar a los usuarios que han experimentado pérdidas en el pasado, infundiendo nuevamente confianza en los intercambios de cifrado centralizados.
Si bien la comunidad criptográfica se muestra, con razón, escéptica sobre los motivos detrás del lanzamiento de FTX 2.0, existen precedentes que demuestran que, de hecho, es posible compensar a los acreedores mediante la reestructuración. El incidente de Bitfinex es un gran ejemplo. En 2016, el intercambio de cifrado Bitfinex fue pirateado y posteriormente se robaron 120.000 Bitcoins. En respuesta al hack, Bitfinex lanzó los "tokens de derechos de recuperación" (RRT), diseñados para servir como pagaré para los clientes afectados. Estos tokens prometían una parte de las ganancias futuras para compensar las pérdidas. En un año, se canjearon todos los tokens y se reembolsó a los clientes.