El comerciante inseguro, el especulador inexperto, busca encontrar verdades simples y directas en un universo complejo de sabiduría comercial. Es mucho más fácil pretender que entendemos por qué ciertos principios se aplican a una situación determinada que cuestionarlos realmente y comprender qué se esconde detrás de las situaciones en las que se mueven los mercados.