Descubrí que el mercado de valores estadounidense sólo cotiza durante varias horas al día y está cerrado en todo momento, lo que reduce en gran medida el deseo de la gente de operar.

A diferencia del círculo monetario, donde una noticia falsa puede causar conmoción, descubrí que este mecanismo de cierre del mercado también tiene sus beneficios.

Además, las personas que especulan con acciones deberían dormir mejor que quienes especulan con monedas.