China ha llevado a cabo recientes redadas policiales que revelan actividades ilegales en curso en Forex que involucran en gran medida criptomonedas, a pesar de la prohibición a nivel nacional. La persistencia del comercio de criptomonedas pone de relieve los desafíos en materia de aplicación de la ley y sugiere una fuerte demanda continua de activos digitales entre los ciudadanos chinos.

 

Comercio de criptomonedas persistente en China

Los esfuerzos de China para reprimir las actividades ilegales de Forex han arrojado luz sobre el uso continuo de criptomonedas a pesar de una estricta prohibición. Las recientes redadas policiales han descubierto importantes transacciones ilegales de divisas facilitadas por activos digitales. En particular, las autoridades señalaron un banco clandestino vinculado a 13.800 millones de yuanes (1.900 millones de dólares) en transferencias ilegales. También descubrieron una banda involucrada en aproximadamente 2 mil millones de yuanes en conversiones no autorizadas. Estos incidentes ponen de relieve que los ciudadanos chinos todavía participan en actividades criptográficas. Lo hacen para eludir los límites a las transferencias al extranjero y buscar inversiones alternativas en medio de un mercado inmobiliario en declive.

Descubriendo redes subterráneas

La represión de las redes clandestinas ha revelado el importante papel de las criptomonedas en las actividades ilegales. Las autoridades han desmantelado numerosas pandillas en toda China, con algunas transacciones que superan los mil millones de yuanes. Por ejemplo, la policía de Beijing desmanteló 11 bandas clandestinas, algunas de las cuales utilizaban monedas virtuales para ocultar sus operaciones. Estos casos indican que, a pesar de la prohibición, el comercio de criptomonedas persiste, a menudo oculto dentro de transacciones entre pares. La naturaleza descentralizada de las criptomonedas dificulta que las autoridades hagan cumplir plenamente la prohibición, lo que genera un entorno regulatorio poroso.

Los desafíos de la aplicación de las criptomonedas en China

La aplicación por parte de China de la prohibición de las criptomonedas enfrenta varios obstáculos. La naturaleza descentralizada y de igual a igual de los activos digitales dificulta identificar la ubicación de los comerciantes. Las herramientas que enmascaran la actividad en línea aumentan esta complejidad. Según Chengyi Ong de Chainalysis Inc., alrededor de $86 mil millones en criptomonedas fluyeron hacia China durante 12 meses hasta junio de 2023. Aunque esto es una disminución con respecto a los niveles anteriores a la prohibición, sigue siendo una cantidad significativa a nivel mundial. Estas cifras sugieren que, si bien existen restricciones oficiales, no son del todo efectivas para frenar la actividad criptográfica.

La respuesta de China a las criptoactividades ilegales

En respuesta al persistente uso ilegal de criptomonedas, China ha intensificado sus esfuerzos. La Oficina de Seguridad Pública de Chengdu, por ejemplo, hizo público el arresto de 193 personas relacionadas con 13.800 millones de yuanes en transferencias ilegales. El uso de monedas estables como Tether (USDT) para facilitar estas transacciones fue un tema común. De manera similar, la Oficina de Seguridad Pública de la ciudad de Panshi destacó un caso que involucraba 2 mil millones de yuanes en transferencias ilícitas, donde se utilizaron tokens digitales para convertir yuanes en won surcoreanos. Estas operaciones muestran la batalla en curso de China contra las actividades criptográficas ilegales.

El futuro de las criptomonedas en China

A pesar de estas medidas represivas, el futuro de las criptomonedas en China sigue siendo incierto. Si bien el comercio está permitido en Hong Kong, las estrictas regulaciones del continente impiden el fácil acceso a las inversiones en criptomonedas para los ciudadanos chinos. Los conocedores de la industria señalan que tales prohibiciones a menudo conducen a la creación de mercados grises informales, que son más difíciles de monitorear y controlar. La persistencia de la actividad criptográfica sugiere que las prohibiciones por sí solas pueden no ser suficientes. En cambio, podría ser necesario un enfoque más matizado que aborde la demanda subyacente de activos digitales para gestionar el problema de forma eficaz.