Martyn Tott, de 33 años, y su esposa Kay, de 24 años, del Reino Unido, se perdieron una fortuna de lotería de 5 millones de dólares después de perder su billete.

Una investigación de siete semanas realizada por Camelot Group, la compañía que administra la lotería nacional del Reino Unido, convenció a los funcionarios de que su reclamo sobre el billete ganador era legítimo. Pero como hay un límite de tiempo de 30 días para reportar boletos perdidos, la compañía no estuvo obligada a pagar y el premio mayor se convirtió en la mayor cantidad no reclamada desde que comenzó la lotería en 1994.

"Pensar que vas a tener todo ese dinero es realmente liberador. Que te lo quiten tiene el efecto contrario", dijo Kay Tott a The Daily Mail. "Te quita la vida y pone una tensión terrible en tu matrimonio. Fue la tortura más cruel imaginable".