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UBS, el mayor banco de Suiza, ha acordado adquirir Credit Suisse, uno de sus mayores rivales, por 3.000 millones de francos suizos (3.230 millones de dólares). El anuncio se produjo después de un fin de semana de intensas negociaciones entre los dos bancos, el gobierno, el banco central y la autoridad reguladora. El presidente de la Confederación Suiza, Alain Berset, confirmó el acuerdo y afirmó en rueda de prensa que es la mejor manera de "restaurar la confianza".
La compra se realizará en acciones de UBS, a un precio de sólo 0,76 CHF por acción de Credit Suisse, que es el triple de la cantidad ofrecida más temprano en el día pero significativamente por debajo del precio de cierre de Credit Suisse del viernes de 1,86 CHF. Se espera que la fusión de los dos gigantes bancarios, ambos entre los 30 bancos clave del sistema financiero mundial, se complete y se anuncie a tiempo para la apertura de los mercados asiáticos.
La UBS se beneficiará de una garantía gubernamental de aproximadamente 9.000 millones de francos suizos (9.750 millones de dólares estadounidenses) como seguro en caso de problemas, según afirmó la ministra de Finanzas, Karin Keller-Sutter. Además, el banco central proporcionará una línea de liquidez de hasta 100.000 millones de francos suizos (108.000 millones de dólares) a UBS y Credit Suisse.
La fusión se considera crucial no sólo para Suiza sino también para la estabilidad de todo el sistema financiero mundial. La UBS, que tardó varios años en recuperarse de la crisis financiera de 2008 y de un enorme rescate gubernamental, está empezando a cosechar los frutos de sus esfuerzos.
Sin embargo, fue necesario un gran esfuerzo por parte de las autoridades antes de que la dirección del banco aceptara asumir el papel de rescatar a Credit Suisse. La unión bancaria suiza "exigió" la participación de los interlocutores sociales en las discusiones, dada la "enormeidad" de lo que está en juego en la adquisición, que podría significar la pérdida masiva de puestos de trabajo.
El colapso de Credit Suisse sacudió el sistema financiero global la semana pasada, cuando los inversores, presas del pánico, se deshicieron de sus acciones y bonos tras el colapso de varios prestamistas estadounidenses más pequeños. Bajo la presión de los reguladores, la UBS debe completar la adquisición de su rival, Credit Suisse, antes del domingo.
