Una quiebra de Credit Suisse tendría un impacto mucho mayor en la economía global que el de los bancos regionales estadounidenses que estuvieron a la vanguardia la semana pasada. En primer lugar, la escala de deuda de Credit Suisse es mayor que la de Silicon Valley y su correlación con empresas de todo el mundo es mucho mayor. Así pues, Credit Suisse no es sólo un problema suizo, sino también un problema mundial.