Según Odaily, Estados Unidos ha informado de un déficit presupuestario de 1,83 billones de dólares para el año fiscal 2024. Esta cifra marca el tercer déficit más alto en la historia del país y el más alto fuera de los años de la pandemia de COVID-19.

El importante déficit presupuestario pone de relieve los desafíos fiscales que enfrenta el país en su proceso de recuperación económica y de cumplimiento de diversas obligaciones financieras. El déficit subraya la necesidad de una planificación financiera estratégica y de ajustes de políticas para abordar la creciente deuda nacional y garantizar la estabilidad económica a largo plazo.

A medida que avance el año fiscal, los responsables de las políticas y los economistas seguirán de cerca las consecuencias de este déficit sustancial para la economía en general. Probablemente, la atención se centrará en equilibrar los gastos necesarios con prácticas fiscales sostenibles para mitigar los posibles riesgos económicos.