Según Cointelegraph, IREN, antes conocida como Iris Energy, se enfrenta a una demanda colectiva presentada por un grupo de inversores. La demanda, encabezada por Paul Williams-Israel, se presentó en un tribunal federal de Nueva York el 7 de octubre. Los demandantes alegan que IREN engañó a los inversores sobre las capacidades de su negocio de computación de alto rendimiento (HPC), en particular en lo que respecta a sus instalaciones de Childress, Texas. Se suponía que la instalación era un centro de datos preparado para HPC, pero la demanda afirma que no era así y que la capacidad informática estaba significativamente sobreestimada.

La demanda hace referencia a una declaración de junio de 2023 de IREN, que anunció una expansión de su sitio de Childress y una revitalización de su estrategia de HPC. Los demandantes argumentan que esta declaración era materialmente falsa y engañosa, ya que el sitio de Childress no estaba adecuadamente equipado para centros de datos y HPC. Williams-Israel y otros inversores afirman que tal vez no habrían invertido en IREN si hubieran sabido el verdadero estado de las capacidades de la empresa, alegando que el precio de las acciones de la empresa se infló artificialmente por la información engañosa.

Entre los acusados ​​en la demanda figuran los cofundadores y codirectores ejecutivos de IREN, Daniel y William Roberts, así como la directora financiera de la empresa, Belinda Nucifora. La demanda también destaca un informe del 11 de julio de la empresa de ventas en corto Culper Research, que criticaba el diseño de refrigeración por aire de IREN para el centro de HPC de Childress. El informe afirmaba que el diseño solo se había probado en Columbia Británica, Canadá, y no en Texas, donde las temperaturas son significativamente más altas. Culper Research, que reveló su posición de venta en corto sobre IREN, acusó a la empresa de hacer grandes afirmaciones sobre sus ambiciones en materia de HPC mientras invertía de forma insuficiente.

La demanda busca daños compensatorios de IREN, los hermanos Roberts y Nucifora, y el monto se determinará en un juicio con jurado. IREN aún no ha respondido a las solicitudes de comentarios. Tras la noticia, el precio de las acciones de IREN cayó un 6,71% el 9 de octubre a 7,51 dólares, aunque se mantuvo sin cambios en las operaciones posteriores al cierre. A pesar de esto, el precio de las acciones de la empresa ha subido un 10,44% en lo que va de año y su capitalización de mercado se sitúa en 1.420 millones de dólares, lo que la convierte en la séptima más grande entre los mineros de Bitcoin.