Según Bloomberg, Wall Street ha sido testigo recientemente de un cambio drástico del miedo a la codicia, y las turbulencias de los mercados de las últimas semanas pueden servir como un ejemplo extremo de una tendencia de larga data en las finanzas modernas: las sacudidas cada vez más frecuentes. La volatilidad que estalló se ha calmado desde entonces y el S&P 500 ha registrado ganancias significativas. Estas rápidas reversiones plantean desafíos para quienes intentan racionalizar los movimientos del mercado. La caída de agosto, seguida de una rápida recuperación, pone de relieve la creciente fragilidad de los mercados en los últimos 15 años.

Las perturbaciones del mercado en el pasado a menudo han implicado operaciones abarrotadas de gente y problemas de liquidez, ambos evidentes en 2024. Varios activos, incluidos el bitcoin, el franco suizo, el crédito con grado de inversión, el cobre y el Nikkei 225 de Japón, se vieron afectados, lo que subraya la fragilidad y disfunción generalizadas de los mercados en tiempos de estrés debido a los desequilibrios extremos entre la oferta y la demanda. Los fondos sistemáticos redujeron significativamente su exposición a acciones la semana pasada, y los operadores cuantitativos se enfrentaron a presiones.

Esta semana se produjo un importante repunte, en el que las acciones, los bonos y el crédito subieron juntos. El S&P 500 logró su mejor ganancia semanal del año con un 3,9%, poniendo fin a una racha de cuatro semanas de pérdidas. El mayor fondo cotizado en bolsa del Tesoro subió alrededor de un 1%, mientras que los bonos basura y de grado de inversión también registraron ganancias. El oro alcanzó los 2.500 dólares por primera vez. El VIX, una medida de la volatilidad del mercado, cayó por debajo de 15 después de alcanzar un máximo de más de 65 durante la crisis.

Los datos recientes han llevado a los operadores a reevaluar sus expectativas de la Reserva Federal tras las señales positivas de inflación. El foco se ha desplazado de la Fed, las tasas de interés y la inflación a las preocupaciones por las ganancias y la desaceleración económica. A pesar de las advertencias del mercado de bonos sobre la debilidad económica, los 11 principales sectores de renta variable subieron esta semana. Ahora que la Fed se dispone a recortar las tasas de interés en una economía que sigue creciendo, los inversores están ahora preocupados por perderse un repunte de los activos más riesgosos y han comenzado a deshacer sus coberturas recientes.

A medida que el sentimiento vuelve a niveles eufóricos, aumenta la probabilidad de que se produzca otro evento desordenado en el mercado. Algunos profesionales de la inversión, en particular los que ofrecen seguros de cartera conocidos como coberturas de riesgo de cola, sostienen que los mercados se están volviendo cada vez más frágiles. Entre los factores que contribuyen a esta fragilidad se incluyen la concentración de inversores, la liquidez cuestionable y el aumento de inversores sensibles a la volatilidad que toman decisiones basándose en factores técnicos en lugar de en fundamentos económicos.