Según BlockBeats, convertirse en socio limitado (LP) en una empresa de capital riesgo (VC) se ha vuelto cada vez más decepcionante. El panorama actual presenta desafíos importantes, que van más allá de la imagen tradicional de socios generales (GP) que asisten a cenas y viajan. Muchos fondos conocidos se están retrayendo emocionalmente, volviéndose complacientes y perdiendo su impulso, lo que lleva a inversiones indiscriminadas. Esta tendencia ha empeorado desde 2021, lo que ha dado lugar a fracasos notables. Los problemas se pueden resumir de la siguiente manera:

En primer lugar, existen prácticas poco éticas relacionadas con las transacciones. Sorprendentemente, una de cada dos transacciones es incubada por otros fondos, manipulada para seguir narrativas con fines de lucro. Estas financiaciones o productos no se generan de manera orgánica, y los fundadores a menudo no emprenden estos viajes de forma independiente. Esta manipulación significa que personas con información privilegiada tienen participaciones significativas desde el principio, lo que deja a los inversores genuinos en desventaja. Además, los GP a veces aceptan cheques personales o inversiones de LP en coinversiones, que luego se venden, una práctica que raya en el fraude pero que es cada vez más común.

En segundo lugar, la posibilidad de salidas completas es sombría. Dada la escala actual de financiación, es poco probable que estas inversiones se vuelvan líquidas. Esto fue evidente el año pasado. El problema no es solo la devaluación, sino la incapacidad de los fondos para vender sus tenencias. Si bien los inversores ángeles aún pueden obtener pequeñas ganancias con la misma valoración totalmente diluida (FDV), los fondos enfrentan mayores dificultades. Las altas valoraciones de entrada y la brecha de años entre la emisión de tokens y la liquidez plantean desafíos importantes. Desde 2022, pocos proyectos han lanzado sus tokens y, con un período de bloqueo típico de dos años, las brechas de liquidez pueden extenderse a cinco años, duplicando los plazos anteriores.

En tercer lugar, los rendimientos decrecientes de la Web2 son evidentes. A pesar de la atmósfera de la Web2, las protecciones efectivas siguen siendo difíciles de conseguir. El apoyo de los accionistas, las esposas doradas para los fundadores y otros límites legales se han vuelto más tangibles, pero todavía relativamente vagos. El mercado está sobresaturado de fondos, proyectos y una saturación general. Los rendimientos potenciales ya no son diez veces mayores, sino, en el mejor de los casos, el doble a lo largo de varios años. Mantener monedas tradicionales es ahora una mejor estrategia que invertir en nuevos tokens, un marcado contraste con las oportunidades anteriores de obtener mayores rendimientos.

No todos los VC están teniendo un desempeño inferior al esperado. Muchos han llegado a conclusiones similares, pero no las han expresado públicamente. El futuro presenta desafíos importantes, que requieren un mercado bajista prolongado para un restablecimiento completo o un aumento de diez veces en la base de usuarios para justificar el crecimiento de la valoración. Invertir en mercados pequeños y de nicho sigue siendo viable, incluso sin un crecimiento exponencial de la industria. Sin embargo, los VC generalmente evitan esos segmentos pequeños, prefiriendo la seguridad del éxito o el fracaso colectivo. En última instancia, el ciclo de inversión de los VC es una consideración crítica.

Los proyectos que se han puesto en marcha y sobrevivieron continúan fortaleciendo sus bases y experiencia, a pesar de los desafíos.