Según Bloomberg, el yen subió el jueves a su nivel más alto en más de dos meses frente al dólar, impulsado por los comerciantes que deshicieron posiciones anteriores para favorecer la moneda japonesa. Este cambio también ha afectado al oro y al bitcoin, que experimentaron caídas como resultado de la nueva fortaleza del yen.

El aumento del yen ha introducido volatilidad adicional en los mercados globales, ya inquietos por el menor entusiasmo por el auge de la inteligencia artificial que había impulsado a Wall Street este año. El yen se ha apreciado más del 6% frente al dólar desde que alcanzó un mínimo de varias décadas a principios de este mes. Sin embargo, este impulso se pondrá a prueba la próxima semana con nuevos datos económicos de Estados Unidos y reuniones tanto del Banco de Japón (BOJ) como de la Reserva Federal.

El resurgimiento del yen se debe en parte a un retroceso significativo en los mercados globales. También se han respaldado otras monedas asiáticas, en particular el won coreano y el yuan extranjero. Los mercados de swaps están descontando ahora una probabilidad del 75% de que el BOJ suba las tasas el próximo miércoles, frente al 44% de principios de esta semana. Los estrategas de ING señalaron que la liquidación de las posiciones cortas en yenes está contribuyendo a un entorno global de aversión al riesgo.

Como reflejo de la creciente cautela contra los activos de mayor riesgo, Bitcoin cayó más del 3% el jueves, mientras que el índice MSCI Asia Pacífico de acciones cayó casi un 2%. El oro, a menudo visto como un activo de refugio seguro y un objetivo para apuestas apalancadas, cayó alrededor de un 1%. En el mercado de divisas, el yuan extranjero de China subió un 0,8% frente al dólar, beneficiándose de la fortaleza del yen a pesar de las intervenciones del banco central del país. El actual entorno de baja liquidez, exacerbado por la temporada de verano, podría dar lugar a nuevas liquidaciones cruzadas de activos si el yen continúa su trayectoria ascendente.