Según U.Today, el director ejecutivo de Ripple, Brad Garlinghouse, ha notado una curiosa coincidencia: el momento de la presentación del escrito de oposición de Ripple en su demanda en curso ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) coincide con la abrupta renuncia de dos abogados de la SEC involucrados en un caso diferente. . Los dos abogados, Michael Welsh y Joseph Watkins, dimitieron tras ser amenazados con el despido tras las duras críticas y sanciones de un tribunal federal a la SEC por "abuso grave" de poder en el caso Debt Box.

El caso Debt Box, contra Digital Licensing Inc., una plataforma de criptomonedas, se vio empañado por afirmaciones falsas, tergiversaciones y falta de pruebas, según Robert Shelby, el juez del tribunal de distrito federal que supervisa el caso. La SEC fue sancionada por abuso de poder en marzo y desde entonces el jefe de ejecución de la SEC se disculpó por la supervisión.

Garlinghouse respondió a estos eventos afirmando que consideraba "apropiado" que Ripple presentara su respuesta el mismo día en que se supo la noticia de las renuncias de los dos abogados de la SEC. Ha expresado abiertamente sus críticas a la conducta de la SEC, afirmando: "Estados Unidos recogerá los pedazos de las desastrosas políticas de la agencia mucho después de que Gensler se haya ido".

Garlinghouse ha sido un destacado crítico del enfoque de la SEC para regular la industria de la criptografía, y la reciente controversia en torno al caso Debt Box ha ensombrecido a la SEC. El 22 de abril de 2024, Ripple presentó una moción para eliminar nuevos materiales de expertos que la SEC presentó en apoyo de su moción de reparación y emisión de sentencia definitiva. También se hizo pública la oposición de Ripple a la solicitud de la SEC de 2 mil millones de dólares en multas por ventas institucionales heredadas.

El director jurídico de Ripple, Stuart Alderoty, enfatizó que en un caso que no tuvo acusaciones ni hallazgos de imprudencia o fraude, y en el que Ripple ganó en cuestiones importantes, la solicitud de la SEC es solo una prueba más de su continua intimidación contra todas las criptomonedas en los EE. UU. lo que provocó los comentarios de Garlinghouse.