Según Blockworks, el cofundador de Ethereum, Vitalik Buterin, cree que después del hard fork de Dencun, el problema de expansión de Ethereum ya no es un problema de "cero a uno", sino un problema de "uno a N". Inicialmente, el desarrollo de Ethereum se centró en construir su infraestructura desde la inexistencia (cero) hasta establecer una línea base de un ecosistema funcional (uno). Esta etapa enfrenta desafíos importantes, como una escalabilidad limitada y altas tarifas de transacción. Estos problemas limitan la capacidad de Ethereum para respaldar la adopción generalizada de aplicaciones descentralizadas y mantener la eficiencia operativa. Tras la actualización de Dencun, Ethereum pasó a una infraestructura más escalable, con innovaciones como proto-danksharding y "blobs" para permitir un procesamiento de datos más eficiente y reducir significativamente los costos de transacción. Estos avances marcan una transición desde el establecimiento del marco básico de una red hasta la ampliación y ampliación de su funcionalidad. Los desarrolladores ahora escalarán sus esfuerzos desde una línea de base sólida (uno) hasta alturas nuevas e indefinidas (indicadas por N; un número indefinido, pero predeciblemente grande).