El gobierno brasileño, bajo el liderazgo del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y el ministro de Economía, Fernando Haddad, ha señalado medidas para aumentar el control y los impuestos sobre las criptomonedas. La intención de monitorear las transacciones digitales y poner el sector al alcance del Servicio de Impuestos Federales puede parecer un paso lógico hacia el aumento de los ingresos y la prevención de delitos financieros. Sin embargo, este movimiento puede estar basado en un error estratégico que ignora la esencia de las criptomonedas y sus potenciales efectos secundarios.
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1. La naturaleza descentralizada de las criptomonedas
Las criptomonedas se crearon para ofrecer una alternativa al control estatal sobre el dinero. Blockchain, la tecnología subyacente, es por diseño transparente, descentralizada y resistente a la censura. Cualquier intento de control excesivo podría simplemente empujar a los usuarios a plataformas descentralizadas (DEX) o métodos peer-to-peer (P2P), donde el gobierno no tiene alcance.
Error: Al tratar de controlar un mercado que no se puede monitorear completamente, el gobierno desperdicia recursos y empuja al sector hacia la informalidad, lo que dificulta aún más la supervisión.
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2. Fomento de la evasión monetaria
Al aumentar los impuestos y el control, los poseedores de criptomonedas pueden optar por sacar su riqueza de Brasil, convirtiendo los activos digitales en monedas fiduciarias en países con reglas más amigables. Además, gastar criptomonedas directamente en el extranjero se convierte en una alternativa atractiva, reduciendo la circulación de dinero en la economía brasileña.
Error: en lugar de fortalecer el mercado interno, las políticas rígidas pueden acelerar la fuga de capitales, dañando la economía nacional y los ingresos fiscales.
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3. Inhibición de la innovación y la inversión
La industria blockchain y las criptomonedas es una de las de más rápido crecimiento a nivel mundial, atrayendo inversiones y generando empleos. Unas normas excesivamente estrictas pueden alejar a las empresas emergentes, los desarrolladores y los inversores, que buscarán jurisdicciones más amigables, como Portugal, Suiza o los Emiratos Árabes Unidos.
Error: Al tratar de regular excesivamente, Brasil puede perder una oportunidad de liderar un mercado emergente, sacrificando la innovación a cambio del control.
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4. Dificultad para implementar políticas efectivas
El sistema tributario brasileño ya es ampliamente considerado complejo e ineficiente. Agregar capas de burocracia para monitorear y gravar las criptomonedas podría crear más dificultades operativas que beneficios, especialmente considerando que muchos usuarios ya utilizan tecnologías centradas en la privacidad, como billeteras descentralizadas y monedas anónimas.
Error: Invertir en inspecciones que inevitablemente serán eludidas puede ser un uso ineficaz de los recursos públicos.
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5. Alternativas más inteligentes al gobierno
En lugar de aumentar el control y los impuestos, el gobierno podría adoptar estrategias que promuevan el uso responsable y el crecimiento del mercado de criptomonedas en Brasil:
Incentivos al uso interno: Incentivar el uso de criptomonedas en el comercio local, con reglas claras y justas, para fortalecer la economía interna y evitar la fuga de capitales.
Educación e inclusión digital: Invertir en programas que enseñen a la población sobre blockchain, las criptomonedas y sus posibilidades, promoviendo la inclusión financiera.
Regulación equilibrada: Crear un entorno favorable al mercado, atrayendo empresas y talento, manteniendo al mismo tiempo la seguridad jurídica necesaria para prevenir fraudes y delitos financieros.
Asociaciones público-privadas: Trabajar con empresas del sector para crear soluciones blockchain que mejoren la transparencia y la eficiencia en el gobierno, como en el control del gasto público.
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Conclusión
Es posible que Lula y Haddad estén subestimando la complejidad y la resistencia del mercado de las criptomonedas. Un control y una tributación excesivos pueden tener el efecto contrario al deseado, ahuyentando inversiones, promoviendo la evasión cambiaria y reduciendo la competitividad de Brasil en este sector. Un enfoque más abierto, centrado en la inclusión y la innovación, podría posicionar a Brasil como líder global en el mercado blockchain, en lugar de crear un
entorno hostil que empuja al sector a la clandestinidad.