La posibilidad de que Estados Unidos adopte Bitcoin como reserva financiera sigue siendo muy incierta, con los mercados de predicción mostrando una confianza decreciente. Los expertos destacan los desafíos políticos y económicos, mientras que los escépticos dudan de su viabilidad bajo la administración de Donald Trump. A pesar del creciente apoyo de los defensores, importantes obstáculos se interponen en el camino de que Bitcoin se convierta en parte de la estrategia financiera de EE. UU.

Las plataformas de predicción ofrecen opiniones contrastantes sobre este tema. En Polymarket, los usuarios actualmente estiman solo un 29% de probabilidad de que Trump introduzca una reserva de Bitcoin dentro de sus primeros 100 días en el cargo, una caída drástica desde el 60% de optimismo visto después de la elección. Este declive refleja un escepticismo más amplio sobre el papel de Bitcoin en la política financiera de EE. UU. Los partidarios argumentan que Bitcoin podría complementar las reservas existentes como el oro y el petróleo, proporcionando estabilidad financiera. Sin embargo, los críticos señalan la resistencia política y las complejas condiciones económicas como obstáculos importantes.

Ki Young Ju, CEO de CryptoQuant, está entre aquellos que dudan de la probabilidad de la adopción de Bitcoin como un activo de reserva bajo Trump. Cree que tal cambio solo ocurriría si EE. UU. enfrentara una amenaza seria a su dominio económico global. Ju compara a los defensores de Bitcoin de hoy con los movimientos del pasado que apoyaban el patrón oro. Históricamente, EE. UU. se resistió a depender de un solo activo para asegurar su economía, incluso durante los llamados a restablecer el patrón oro a finales de los años 90.

Ju sugiere que la postura de Trump sobre Bitcoin podría cambiar si cambian las prioridades económicas. Señaló: “Si Trump tiene éxito en demostrar la resiliencia económica de EE. UU., reforzando la supremacía del dólar y aumentando sus índices de aprobación, no está claro si mantendría la fuerte postura pro-Bitcoin que demostró durante su campaña”. Trump podría cambiar fácilmente de dirección sin perder el apoyo de los votantes si otras prioridades toman precedencia.

A pesar del escepticismo, los defensores continúan destacando los posibles beneficios de Bitcoin. Mathew Sigel de VanEck propuso recientemente que adoptar una Reserva Estratégica de Bitcoin podría reducir la deuda nacional de EE. UU. en hasta un 36% para 2050. Sigel imagina que Bitcoin se convierta en una moneda de liquidación dominante en el comercio global, especialmente para los países que buscan evitar las sanciones de EE. UU. Según él, Bitcoin podría reconfigurar los sistemas financieros globales, ofreciendo una alternativa descentralizada y transparente para las transacciones internacionales.

Mientras tanto, la plataforma de predicción Kalshi coloca las probabilidades de adopción de Bitcoin como un activo de reserva para 2026 en un 56%, sugiriendo que, aunque improbable a corto plazo, la idea sigue siendo plausible a medio plazo. Los defensores argumentan que la naturaleza descentralizada de Bitcoin ofrece una cobertura contra la inflación y los riesgos geopolíticos, lo que lo convierte en una opción atractiva para reservas.

Mientras que el futuro de Bitcoin en las reservas de EE. UU. sigue siendo incierto, el debate en curso refleja conversaciones más amplias sobre el sistema financiero global en evolución. La voluntad política, las prioridades económicas y las presiones externas determinarán en última instancia si Bitcoin gana un lugar junto a los activos de reserva tradicionales. Por ahora, el escepticismo domina, pero los defensores siguen siendo optimistas de que la marea pueda cambiar a favor de Bitcoin.