La respuesta y reestructuración de Ethereum
En el primer ciclo de Ethereum, el mayor problema que enfrentó fue la escalabilidad. En ese momento, el simple 'CryptoKitties' podía hacer que las tarifas de Ethereum se dispararan y colapsaran. Ni hablar de las posteriores ICO y la era DeFi.
En ese ciclo, el mercado gradualmente formó un consenso: el espacio en bloques de Ethereum era demasiado caro, debía lograr escalabilidad manteniendo la descentralización y la seguridad, además de tener un alto rendimiento y bajas tarifas. Ethereum intentó N tipos de desbloqueo, incluyendo el modo plasma que fue valorado por Vitalik pero que fue desapareciendo gradualmente, y finalmente surgió con un esquema de expansión L2 centrado en Rollup, logrando finalmente implementar una solución de escalabilidad.
Sin embargo, surgió un nuevo problema: la fragmentación de la liquidez en las cadenas L2, lo que llevó a que todo el ecosistema de Ethereum no pudiera formar una fuerza conjunta, con el ecosistema interno interponiéndose entre sí. Al mismo tiempo, esto también brindó una oportunidad histórica para cadenas públicas de alto rendimiento como Solana.
El mayor problema del ecosistema de Ethereum actualmente radica en la fractura entre el ecosistema L2 y la liquidez. Esto enfrentará un dilema similar al de la última etapa, y Ethereum, especialmente en 2025, tiene como misión principal resolver el problema de la fragmentación del ecosistema.
Actualmente, tanto el rollup basado como el ERC-7683, entre otros, están intentando proponer soluciones hacia un ecosistema de Ethereum más integral.
Una vez que se resuelva este problema en el futuro, la fuerza conjunta del ecosistema de Ethereum se formará nuevamente, lo que generará un efecto de agujero negro y reestructurará el mercado.