La Inteligencia Artificial (IA) podría transformar el sector turístico para mejor, particularmente en los países del G7. Esto se logra impulsando la innovación, la sostenibilidad y la inclusividad, según el último documento de política de la OCDE, “Inteligencia Artificial y Turismo”.

En el informe, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) enfatizó que la IA ofrece una fuerza transformadora para abordar los desafíos más apremiantes del turismo, incluyendo la gestión del flujo de visitantes y la optimización del uso de recursos.

“Las aplicaciones de IA ofrecen experiencias de viaje altamente personalizadas a través de recomendaciones personalizadas y servicios de asistentes virtuales, analizando las preferencias individuales para adaptar sugerencias para cada viajero”, afirmó la OCDE.

Las aplicaciones impulsadas por IA ya están avanzando en la industria, ya que los turistas ahora pueden obtener recomendaciones de viaje personalizadas, automatizar tareas operativas y facilitar la gestión del tráfico en tiempo real.

El documento de política también señala que la IA tiene el potencial de mejorar las experiencias de los visitantes con ofertas más interactivas y personalizadas, asegurando al mismo tiempo que los beneficios del turismo se distribuyan de manera equitativa, especialmente en los países del G7 que comprenden Alemania, Francia, EE. UU., Canadá, Reino Unido, Japón e Italia.

Mejorando la sostenibilidad y la accesibilidad

El papel de la IA en la promoción de prácticas de turismo sostenible es un punto focal de las recomendaciones de la OCDE. Al aprovechar datos en tiempo real, la IA puede ayudar a los destinos a gestionar el flujo de visitantes para evitar el hacinamiento, preservar los sitios de patrimonio cultural y minimizar los impactos ambientales.

La OCDE mencionó el chatbot de IA del Zoológico de Barcelona, Zoobot, como un ejemplo de cómo la tecnología puede mejorar la accesibilidad para visitantes con discapacidades. De manera similar, destacó el uso de gemelos digitales impulsados por IA en la Catedral de Notre Dame para esfuerzos de restauración, demostrando la capacidad de la IA para ayudar en la preservación de monumentos históricos.

Además, según el informe, la IA puede mejorar el valor socioeconómico del turismo fomentando opciones de movilidad sostenible, reduciendo las huellas de carbono y promoviendo economías locales.

La OCDE también alentó la colaboración internacional entre las naciones del G7 para alinear los esfuerzos de investigación y política de IA, lo que podría facilitar abordar colectivamente los desafíos globales.

OCDE: IA apoyando a pequeñas y medianas empresas (PYMES)

En el documento, la OCDE enfatiza la importancia de apoyar a las PYMES en el turismo mientras se adaptan a la IA. Estas empresas más pequeñas a menudo luchan por mantenerse al día con los avances tecnológicos rápidos, enfrentando barreras como altos costos de implementación, experiencia limitada y complejidades regulatorias.

Según la OCDE, la brecha en la adopción de IA corre el riesgo de agravar las desigualdades existentes dentro del sector turístico, favoreciendo a grandes empresas con conocimientos tecnológicos sobre los actores más pequeños. La organización considera imperativos los programas de apoyo personalizados y las iniciativas de capacitación para cerrar esta brecha y garantizar un crecimiento inclusivo.

Sin embargo, para que las PYMES aprovechen la IA de manera efectiva, los gobiernos y los organismos de la industria necesitan centrarse en centros de innovación accesibles, oportunidades de capacitación práctica y mecanismos de apoyo financiero.

Abordar riesgos y desafíos

A pesar de sus beneficios, la OCDE advierte sobre los riesgos de la adopción de la IA. Las preocupaciones sobre la privacidad de datos, el sesgo algorítmico y el desplazamiento laboral requieren una gestión cuidadosa. Si bien la IA tiene el potencial de automatizar tareas rutinarias y crear trabajos más complejos y gratificantes, también existe el riesgo de desplazamiento laboral, particularmente en roles que dependen de trabajo manual o tareas repetitivas.

La OCDE destacó el mal uso de la IA para marketing manipulativo, como videos turísticos deepfake o reseñas falsas, que pueden erosionar la confianza y dañar las reputaciones de los destinos. Para abordar estas preocupaciones, la organización llama a la cooperación internacional en el desarrollo de estándares éticos de IA y a garantizar el cumplimiento.

“Los marcos regulatorios y legales existentes pueden promover el uso responsable de la IA en el turismo al proporcionar pautas claras para desarrolladores y operadores, y facilitar la integración segura y ética de tecnologías de IA. También es importante proporcionar un entorno seguro para que las empresas prueben e implementen innovaciones, incluidas las aplicaciones de IA”, se establece en el documento.

El informe de la OCDE concluye que, aunque la adopción de la IA en el turismo aún está en sus primeras etapas, su potencial para revolucionar el sector es inmenso.

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