En el trading, nunca se debe actuar impulsivamente por emociones. Las dos manifestaciones más comunes son especialmente mortales.

La primera, la ira descontrolada después de varios errores, sin importar el punto, la dirección o las condiciones, solo pensando en seguir operando. "La ira es una descarga de la propia incapacidad", lo que encaja perfectamente aquí. Yo solía ser así, después de cometer varios errores, comencé a dudar de mí mismo: ¿he aprendido todo esto de manera equivocada? ¿No puedo leer el mercado en absoluto? ¿Todo este esfuerzo ha sido en vano? De la frustración a la ira, para probarme a mí mismo, operaba con frecuencia, perdiendo completamente la razón, y el resultado fue desastroso.

La segunda, después de pérdidas severas, apresurarse a recuperar lo perdido. En este caso, es muy fácil que una persona despierte una mentalidad de apostador, ignorando el punto, sobreestimando la tasa de éxito, e incluso apostando en exceso. En este momento, el trading no se basa en un análisis racional, sino en un corazón ansioso por recuperar lo perdido, y el final es predecible.

El trading emocional es el mayor asesino de las pérdidas. Si se puede resolver este problema y hacer que cada operación sea racional, planificada y ejecutada, entonces la tasa de éxito en el trading podría aumentar al menos entre un 30 y un 50 por ciento.