En el viaje de la inversión y la vida, es crucial dominar los siguientes dos principios fundamentales, que te guiarán para evitar innumerables desvíos y problemas:

1. No dejes que los costos hundidos dominen decisiones importantes.

Al enfrentar decisiones clave, es imprescindible aprender a soltar esas inversiones que ya no se pueden recuperar, ya sea dinero, tiempo o emociones. Los costos hundidos, es decir, aquellos gastos que ya han ocurrido y no se pueden cambiar, no deben convertirse en una carga que afecte las decisiones actuales. La acción sabia es elegir basándose en la situación actual y las expectativas futuras, en lugar de sumergirse en las pérdidas pasadas.

2. Las pérdidas pasadas no interfieren con el estado mental de las decisiones actuales.

Cada obstáculo o fracaso es parte del crecimiento; lo clave es cómo aprender de ello y ajustar rápidamente la mentalidad. No dejes que las derrotas pasadas se conviertan en piedras de tropiezo en tu camino, aprende a verlas como escalones hacia el éxito. Mantén la calma y la racionalidad, asegurando que cada decisión actual esté basada en una evaluación realista y no en los residuos emocionales del pasado.

Estos dos principios, uno se refiere a la gestión racional de pérdidas, evitando que la inversión excesiva cause mayores pérdidas; el otro se refiere a la gestión de la mentalidad, asegurando que puedas mantener un juicio claro y un estado mental positivo incluso en la adversidad. Siguiéndolos, podrás transitar por el camino de la inversión y la vida con mayor tranquilidad, reduciendo las hermosas vistas que podrías perder debido a la duda, la confusión y el sufrimiento.