El banco central de Rusia, el Banco de Rusia, ha revelado que más del 80% de los ingresos de los principales exportadores rusos ahora están denominados en rublos y en monedas "amigas", marcando un cambio significativo de las monedas occidentales. El vicegobernador Philipp Gabuniya destacó esta transición, señalando que la participación de las monedas "tóxicas" —es decir, el dólar estadounidense y el euro— cayó al 17% en septiembre de 2023. Este cambio refleja el movimiento estratégico de Rusia para reducir la dependencia de los sistemas financieros occidentales en medio de las sanciones en curso. Este giro estratégico es parte del esfuerzo más amplio de Rusia por fortalecer los lazos económicos con países no occidentales y mitigar el impacto de las sanciones internacionales.