Prólogo

En el tablero de ajedrez del poder en ambos lados del Atlántico, dos nombres están redefiniendo las reglas: Trump y Musk.

Trump es el portavoz del populismo; él utiliza lemas simples y directos para incitar a sus seguidores, con el objetivo de "hacer a América grande de nuevo", intentando restaurar el brillo del sueño americano. Musk, por otro lado, es el guru tecnológico de Silicon Valley, que cree en el futuro, la tecnología y las estrellas en el cielo. Considera que la política tradicional es una herramienta obsoleta, mientras que la información y la tecnología son el núcleo del control del poder.

El encuentro de estas dos personas está destinado a ser un choque de poder y fe.

  • Uno que quiere llevar a Estados Unidos de vuelta al pasado, convirtiéndolo en una nación aislacionista en la cima de la montaña;

  • Uno que intenta establecer un nuevo sistema de poder global a través de la tecnología de la información.

Este tipo de conflicto se sembró en el evento del Capitolio en 2021, y en los años siguientes se fermentó constantemente, lo que podría llevar a Estados Unidos hacia un "golpe informático" invisible.

Acto I: La chispa del evento del Capitolio

En la mañana del 6 de enero de 2021, Washington estaba envuelta en una pesada bruma gris, con el aire frío impregnado de inquietud.

Frente al Capitolio, miles de partidarios de Trump se reunieron, con gorras rojas de MAGA en la cabeza y pancartas que decían "fraude electoral" y "reelección", gritando consignas. Su ira y resentimiento parecían querer destruir el edificio de un solo golpe. La furia de la multitud crecía, y hasta los policías presentes sintieron la amenaza.

Lejos, en Mar-a-Lago, Florida, Trump se sentó en su lujoso restaurante privado mientras la televisión transmitía en vivo la protesta. Tenía una sonrisa compleja en su rostro, como si estuviera satisfecho, pero también con un leve toque de inquietud. Mordió con fuerza una hamburguesa de McDonald's y le dijo a su asistente: "Mira a estas personas, aman a América, conocen la verdad."

Sin embargo, sus partidarios no estaban satisfechos con una simple manifestación. Comenzaron a romper las líneas de seguridad y a empujar con fuerza las barreras metálicas. El sonido del vidrio rompiéndose se entrelazaba con los gritos de los manifestantes, convirtiéndose en la melodía de ese día en Washington. Unos minutos después, grupos de manifestantes irrumpieron en el Capitolio, rompieron ventanas, volcaron mesas y sillas, e incluso entraron en las salas de reuniones, tomándose selfies del "momento de la victoria".

Todo esto se transmitió en vivo al mundo.

En el otro lado del mundo, en una sala de reuniones de la mega fábrica de Shanghái, Musk se sentó en la posición principal. Tenía delante un informe sobre la capacidad de Tesla, pero su mirada estaba fija en la pantalla del iPad que su asistente le pasaba: CNN estaba transmitiendo en vivo el evento del Capitolio. Su ceño fruncido mostraba una compleja expresión casi de admiración. Dijo suavemente: "Esto no es una protesta común, es un poder capaz de cambiar la historia."

Ese día, el motín del Capitolio se convirtió en el centro de atención de los medios de comunicación globales. Para Trump, fue su contraataque tras perder las elecciones; para Musk, fue una lección pública sobre el poder del populismo.

Acto II: La caída de Trump y la ambición de Musk

Las repercusiones del evento del Capitolio se propagaron rápidamente. El Partido Demócrata y los medios de comunicación convencionales se unieron para llevar a cabo una limpieza total contra Trump.

"La limpieza de Trump" se convirtió en el tema principal de 2021:

  • Cuenta suspendida

Twitter, Facebook y otras plataformas de medios sociales suspendieron simultáneamente las cuentas de Trump, quien perdió su herramienta para comunicarse directamente con 80 millones de seguidores. Esta fue la primera vez en su vida política que se vio obligado a "guardar silencio".

  • Cargos criminales

Docenas de cargos criminales comenzaron a surgir, y Trump se vio obligado a correr entre los tribunales y la atención pública.

  • La traición familiar

Incluso su hija Ivanka expresó en público que "estaba decepcionada con el evento del Capitolio." Esta declaración aisló aún más a Trump.

La opinión pública general coincide en que la vida política de Trump ha terminado. Sin embargo, Musk, en Silicon Valley, tiene una perspectiva diferente. En una reunión privada, dijo a sus amigos: "Subestiman a Trump, pero subestiman aún más a las personas que están detrás de él."

En marzo de 2021, Musk ocupó oficialmente el primer lugar en la lista de multimillonarios de Hurun, convirtiéndose en la persona más rica del mundo. Su acumulación de riqueza alcanzó su punto máximo, y sus ambiciones de poder comenzaron a germinar silenciosamente.

En público, Musk continuó desempeñando el papel de líder "progresista" en la industria tecnológica. Apoya causas ambientales, aboga por una revolución tecnológica descentralizada e incluso critica abiertamente a Trump en Twitter como "el representante de una crisis democrática". Pero en privado, sus acciones son drásticamente diferentes.

En abril de 2022, Musk propuso un plan que dejó al mundo en shock: adquirir Twitter por 43 mil millones de dólares.

Esto no solo es un negocio; es una apuesta política. Es consciente de que las redes sociales ya no son solo herramientas para difundir información, sino armas que afectan la percepción pública. Al controlar Twitter, puede controlar la opinión pública e incluso cambiar el rumbo de la historia.

A pesar de que la junta directiva de Twitter intentó detener esta adquisición a través de un "plan de píldora venenosa", Musk no se dejó influenciar. Seis meses después, completó la transacción por 44 mil millones de dólares y la renombró "X".

Acto III: La transformación de Musk y el dilema del Partido Demócrata

2022, un año de inflexión.

Con la explosión de la guerra entre Rusia y Ucrania, la administración Biden se vio obligada a destinar grandes recursos a la ayuda en el campo de batalla de Ucrania. Sin embargo, las consecuencias de esta guerra se fermentaron rápidamente en Estados Unidos: la inflación se disparó, los precios de la energía aumentaron y los costos de vida de los ciudadanos de clase baja se incrementaron drásticamente. La Casa Blanca seguía emitiendo declaraciones diciendo que "la economía de Estados Unidos se está recuperando", pero la realidad era que el precio de los huevos en los supermercados casi se duplicó, y los precios de la gasolina ya estaban abrumando a muchas familias de clase media.

Al mismo tiempo, el problema de la frontera entre Estados Unidos y México se intensificó. La administración Biden terminó el plan del muro fronterizo implementado durante la administración de Trump, resultando en una afluencia masiva de inmigrantes ilegales y un deterioro dramático de la seguridad en las pequeñas ciudades fronterizas. Cada día, los tiroteos, robos y noticias de compras a cero inundaban los medios de comunicación convencionales de Estados Unidos.

Musk captó todo esto con agudeza; se dio cuenta de que era el mejor momento para redefinir la estructura del poder.

Pero ese año, su vida personal también sufrió un gran impacto. Su hijo mayor, Xavier, solicitó formalmente al tribunal cambiar de sexo y convertirse en mujer, y anunció públicamente que quería cortar la relación con su padre. Este evento no solo se convirtió en una crisis familiar para Musk, sino que también lo hizo darse cuenta del profundo impacto de la "cultura de la cancelación" en la sociedad.

Musk publicó en Twitter por primera vez, criticando abiertamente el movimiento transgénero y el "virus de la cancelación". Sus declaraciones rápidamente generaron controversia, pero también ganaron el apoyo de parte del grupo MAGA. Nunca confesó públicamente ser un seguidor de Trump, pero comenzó a presentarse con una "máscara MAGA", acercándose gradualmente a esta fuerza política.

Sin embargo, esto es solo una táctica; el objetivo de Musk va mucho más allá del esquema de MAGA. Sabe claramente que su fe no es el populismo, sino un credo tecnológico que trasciende naciones e ideologías:

  • Darwinismo social;

  • Capitalismo tecnológico;

  • Superhombre egoísta.

En el plano de Musk, Estados Unidos no es más que su campo de prueba de poder; la tecnología es su verdadera herramienta de poder.

Acto IV: La fractura entre Musk y Trump

A principios de 2023, la atmósfera en Washington era tensa y sutil.

Musk se sentó en la oficina de la sede de Twitter, con la pantalla frente a él mostrando los mensajes de agradecimiento de los partidarios de MAGA por haber restaurado la cuenta de Trump. Sonrió levemente, levantó una taza de café pero no la bebió. Su mirada se dirigió hacia la ventana, como si estuviera planeando algo.

Al mismo tiempo, Trump convocó una reunión secreta en Mar-a-Lago. Su equipo de asesores dejó claro que las intenciones de Musk no deben subestimarse; su comportamiento parecía más un intento de apoderarse de todo el movimiento MAGA, en lugar de apoyar a Trump.

"¿Quién se cree Musk? ¡Nunca entenderá lo que es nuestra fe!" dijo Trump, golpeando la mesa con ira. Sus asesores permanecieron en silencio, sabían que la ira del ex presidente estaba acumulándose, pero nadie se atrevía a refutar directamente la importancia de Musk.

La razón clave por la que ambos comenzaron a separarse es que su definición de poder es completamente diferente:

  • El movimiento MAGA de Trump tiene el populismo como núcleo; él cree que su poder proviene de la lealtad de sus partidarios de base.

  • Mientras tanto, Musk cree en el poder de la tecnología y el capital; ve a Trump simplemente como una pieza en el tablero de ajedrez del poder, una herramienta temporal.

Las diferencias comenzaron a hacerse públicas. En mayo de 2023, Musk mencionó en una entrevista: "No deberíamos temer a la inteligencia artificial; lo que realmente deberíamos temer son los líderes tontos." Aunque no mencionó a nadie en particular, el equipo de Trump rápidamente interpretó esta declaración como un desprecio hacia Trump.

Acto V: El preludio de un golpe informático

En 2024, los preparativos para las elecciones en Estados Unidos estaban en plena marcha.

Detrás del movimiento MAGA, el grupo tecnológico de Musk en Silicon Valley está acelerando su expansión. Ya ha logrado adquirir CNN y está integrándola en el sistema operativo de Twitter. Ha lanzado un nuevo algoritmo en la plataforma de Twitter que puede analizar instantáneamente las emociones de los usuarios y entregar contenido político personalizado según sus intereses.

El equipo de Trump se dio cuenta de que Twitter ya no era una plataforma neutral. Se asemejaba más a un arma, una herramienta capaz de moldear la percepción pública. Un alto asesor de Trump dijo en una reunión: "Si no podemos controlar la opinión pública, ganar votos no tiene sentido."

Mientras tanto, las acciones de Musk se volvieron cada vez más audaces.

  • Anunció públicamente que otorgaría recompensas en tokens a cada usuario de Twitter que participara en las elecciones, para fomentar "votaciones reales y transparentes."

  • La organización sin fines de lucro que él financió comenzó a invertir una gran cantidad de publicidad en estados clave, promoviendo la idea de que "la tecnología cambia el mundo", insinuando indirectamente que las políticas "desactualizadas" de Trump obstaculizarán el futuro de Estados Unidos.

Esta guerra de información no solo es un experimento de poder, sino también una revolución tecnológica a nivel global. Musk está probando si el control de la información puede influir directamente en los resultados electorales. Si tiene éxito, será una de las transformaciones más disruptivas en la historia política moderna.

El desenlace: Un enfrentamiento inevitable

En noviembre de 2024, Estados Unidos se enfrentó a una nueva elección.

Trump se encontraba en un escenario en Florida, dirigiéndose a decenas de miles de partidarios. Su voz estaba ronca, pero su emoción era intensa: "¡No se trata de una elección ordinaria, es una lucha por el alma de América!" La multitud estalló en vítores, y las banderas MAGA ondeaban en el aire.

Mientras tanto, Musk estaba en una sala de conferencias de alta tecnología en Silicon Valley, observando los resultados del análisis de datos de CNN y Twitter. Su equipo informó que el algoritmo que había lanzado podía predecir con precisión las inclinaciones de votación de los electores, e incluso podía cambiar el rumbo del 5% de los votos a través de contenido personalizado.

Trump enfatiza la tradición y la fe, mientras que Musk, a través de medios tecnológicos, ha moldeado una visión utópica futurista. Estas dos formas de poder tan diferentes llevan inevitablemente a un conflicto futuro.

¿Cuál será el resultado de este enfrentamiento en el futuro?

La respuesta final aún no se ha revelado, pero lo que es seguro es que las repercusiones de esta lucha por el poder se extenderán mucho más allá de Estados Unidos, incluso más allá del planeta mismo.

¿Qué es el poder del futuro? ¿Quién controlará el destino de la humanidad? Este "golpe informático" revelará la respuesta.

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  • Este artículo se reproduce con autorización de: (Foresight News)

  • Autor original: Rana de Hielo

'¡El conflicto futuro es inevitable! ¿La alianza Trump-Musk no durará mucho, y Musk y Trump eventualmente se enfrentarán? Este artículo se publicó originalmente en 'Crypto City'