Para aquellos que persiguen monedas volátiles, recordemos: los stop-loss no siempre salvan. El precio puede cerrar por encima de su límite, y al final perderá mucho más.
Así que es mejor esperar, que lanzarse a hacer operaciones innecesarias por miedo a perder ganancias. Las emociones solo lo llevarán a la ruina, y luego se arrepentirá.
Es mejor no ganar lo suficiente, que terminar en negativo. ¿Cuántas veces hay que repetirlo? Pero tal vez lo entiendan, idiotas.