Determine siempre usted mismo la pérdida máxima diaria que no causará un daño significativo a su depósito. Si alcanza este límite, deje de operar. Cierra la plataforma, descansa y regresa al día siguiente con la mente sobria y tranquila.

No intente recuperarse inmediatamente: esta es una trampa en la que suelen caer los principiantes e incluso los traders experimentados cuando se dejan llevar por las emociones.

La disciplina es tu principal aliado en este juego. Sólo siguiendo un plan probado podrá contar con ingresos estables a largo plazo.

Recuerde que las grandes ganancias a corto plazo pueden nublar su objetividad. Te dan una falsa sensación de seguridad al hacerte creer que el crecimiento puede durar para siempre. Pero, tarde o temprano, la pérdida de vigilancia y autocontrol puede provocar un reinicio completo de la cuenta.

El trading no es para aquellos que no pueden controlar sus emociones. No hay permanencia ni garantías. El ganador es aquel que mantiene la calma y está dispuesto a renunciar a ganancias inmediatas por un resultado sostenible en el futuro.