La dificultad de la red Bitcoin y el hashrate alcanzaron niveles récord. A medida que aumenta la dificultad, se requiere una mayor potencia informática para procesar las transacciones, lo que aumenta los costos de minería. El valor cada vez mayor de Bitcoin intensifica la competencia minera, lo que plantea desafíos a la industria. Sin tarifas de transacción suficientes para cubrir estos costos, la carga para los mineros podría aumentar significativamente, afectando potencialmente la sostenibilidad del ecosistema minero. Sin embargo, el optimismo hacia BTC sigue siendo alto en medio de estos desafíos.