Christopher DeVocht, un ex carpintero de Canadá, logró convertir una inversión de 88.000 dólares en la asombrosa suma de 415 millones de dólares, pero lo perdió todo en un torbellino de operaciones riesgosas y volatilidad del mercado de valores. Su historia de ambición y codicia lo llevó del éxito financiero a la ruina total en apenas unos años.

En 2019, DeVocht, obligado a dejar su actividad por problemas de salud, centró su atención en el mercado de valores. Para entonces, ya había creado una importante cartera de seis cifras, pero lo que siguió fue nada menos que extraordinario. Cuando cumplió 30 años, la riqueza de DeVocht se había disparado a 26 millones de dólares, impulsada en gran medida por sus inversiones en acciones y opciones de Tesla.

Al reconocer su notable crecimiento, Dominion Securities, del Royal Bank of Canada, le asignó asesores financieros para que lo ayudaran a administrar su nueva riqueza. Estos asesores no solo lo guiaron, sino que también le ofrecieron una cuenta de margen, lo que le permitió pedir dinero prestado y aumentar su poder adquisitivo.

A finales de 2021, cuando el precio de las acciones de Tesla alcanzó máximos históricos, la cartera de DeVocht alcanzó su valor máximo de 415 millones de dólares. Vivía una vida de lujos e incluso hizo una generosa donación de 17 millones de dólares a una organización benéfica.

Sin embargo, su suerte cambió rápidamente cuando el mercado de valores comenzó a desplomarse en 2022. A medida que el valor de Tesla se desplomaba, también lo hizo la riqueza de DeVocht. Ante las crecientes pérdidas, realizó operaciones cada vez más arriesgadas y se vio obligado a vender acciones de Tesla para pagar los préstamos de su cuenta de margen.

Ahora, DeVocht se encuentra sin nada. El 1 de octubre, presentó una demanda contra RBC Dominion Securities, alegando que no le brindaron el asesoramiento adecuado y lo expusieron a riesgos excesivos a través de la cuenta de margen. Afirma que la orientación inadecuada de la empresa condujo a su colapso financiero.

El ascenso y caída de DeVocht es un duro recordatorio de cuán rápido pueden cambiar las fortunas en el volátil mundo del comercio de acciones.

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