En estos momentos, algo raro está ocurriendo en los mercados financieros y podría pillarnos desprevenidos, colándose por la puerta de atrás.

Desde 2008, no ha habido una crisis importante. Han pasado demasiados años sin que se produjera ninguna. Esto ha llevado a muchos inversores a confiarse demasiado, con la sensación de que ya no va a ocurrir nada importante.

Cuanto más se extienda esta sensación, peor será.

Algunos bancos centrales importantes ya han empezado a recortar los tipos de interés y se espera que sigan haciéndolo. Además, China acaba de inyectar liquidez en el mercado.

Los precios inmobiliarios nunca han sido tan altos y, a pesar de ello, las compras siguen a un ritmo fuerte, y muchos ignoran el elevado coste de las hipotecas.

Si se reducen aún más los tipos de interés y se inyecta liquidez, obviamente los precios de la vivienda deberían subir aún más, y a un ritmo más rápido...

Por otro lado, la bajada de los tipos de interés y la inyección de liquidez impulsarán el mercado de valores, que también se encuentra en máximos históricos...

Y, sin embargo, el único mercado que veo listo para un repunte importante es el mercado de criptomonedas. A partir de octubre de 2024, el gráfico de Bitcoin sugiere que romperá su formación de bandera en el marco temporal semanal (lo que se suma a la fuerza potencial del movimiento).

Y si Bitcoin sube, las Altcoins lo seguirán poco después.

Esto, combinado con los recortes de tipos, las inyecciones de liquidez y las tensiones globales, posiciona al mercado de criptomonedas como un refugio seguro donde el mundo comenzará a almacenar su dinero. Esto le da un tremendo potencial alcista, ya que solo un pequeño porcentaje de la población mundial posee criptomonedas actualmente.