Mientras celebramos el décimo aniversario de la primera billetera de hardware, es notable ver cuánto ha avanzado la seguridad de Bitcoin. Desde los primeros días de los precarios métodos de autocustodia hasta la revolucionaria creación del Trezor Model One, esta revolución ha transformado la forma en que protegemos nuestros activos digitales. Con una década de esta experiencia a nuestras espaldas, vale la pena volver a examinar los desafíos de la autocustodia temprana de Bitcoin, el impacto fundamental de la primera billetera de hardware, el papel esencial de la autocustodia en el panorama actual de Bitcoin y los avances innovadores que continúan dando forma al futuro de la seguridad de las criptomonedas.
La historia del origen
Todo comenzó en 2011, cuando Marek “Slush” Palatinus se conectó al servidor de su pool de minería y descubrió que faltaban 3000 BTC. Un pool de minería es un colectivo de mineros que combinan sus recursos computacionales para aumentar sus posibilidades de minar bloques de Bitcoin con éxito. Slushpool, ahora conocido como Braiins Pool, fue el pool de minería pionero en la comunidad de Bitcoin, establecido en 2010.
Este incidente puso de relieve un problema importante: incluso los entusiastas de Bitcoin con conocimientos tecnológicos podían ser víctimas de ataques en línea. En ese momento, proteger y administrar Bitcoin era una tarea abrumadora que implicaba almacenar claves privadas en una computadora. Sin embargo, proteger la información en una computadora es difícil; estas máquinas complejas son vulnerables a muchas amenazas que permiten a los ladrones robar claves privadas que controlan Bitcoin. El ataque que le costó a Palatinus 3000 BTC fue un recordatorio de estas vulnerabilidades tempranas.
Al reconocer la necesidad apremiante de un dispositivo simple e independiente que pudiera almacenar bitcoins de forma segura, Slush, junto con Pavol “Stick” Rusnák, se embarcaron en la creación de la primera billetera de hardware del mundo. Su visión era desarrollar una computadora fuera de línea diseñada específicamente para almacenar bitcoins de forma segura y hacerlos accesibles a usuarios no técnicos. El concepto era sencillo pero revolucionario: un dispositivo pequeño y de un solo propósito que guardaría claves privadas en un entorno aislado, protegido de amenazas en línea.
Antes de las billeteras de hardware
Antes de que los monederos físicos estuvieran ampliamente disponibles, los usuarios tenían que depender de monederos de software instalados en ordenadores o teléfonos inteligentes, lo que los exponía a una serie de amenazas de seguridad. Las infecciones de malware y otros ataques eran habituales. Los monederos de papel se consideraban más seguros, pero aún así requerían de un ordenador para crear el monedero. Los métodos más seguros, como el uso de ordenadores con espacio de aire para el almacenamiento en frío, requerían una importante experiencia técnica, e incluso estos métodos carecían de un nivel adecuado de seguridad para grandes cantidades de Bitcoin.
La usabilidad de las primeras billeteras de Bitcoin también fue un problema importante, con interfaces torpes y procesos de respaldo complicados. Muchos usuarios no hacían copias de seguridad de sus billeteras correctamente, lo que provocaba la pérdida permanente de fondos si un dispositivo se perdía o se dañaba. Los usuarios con frecuencia desconocían las mejores prácticas para las copias de seguridad, y la falta de métodos de copia de seguridad estandarizados aumentaba aún más el riesgo. Una mejora importante en la estandarización de las copias de seguridad se produjo con la introducción de las billeteras deterministas jerárquicas (HD) con BIP32 en 2012, lo que permitió realizar copias de seguridad más fáciles y confiables. A pesar de estos avances, todavía faltaban opciones fáciles y fáciles de usar para los recién llegados. En resumen, el período anterior a las billeteras de hardware estuvo marcado por importantes desafíos de seguridad y usabilidad, lo que hizo que la autocustodia de Bitcoin fuera una tarea compleja y riesgosa.
La primera billetera de hardware
En los años previos a 2014, se hicieron varios intentos de desarrollar dispositivos simples y de un solo propósito para el almacenamiento de criptomonedas. Sin embargo, estos esfuerzos no lograron ganar impulso ni cumplir con los estándares de seguridad necesarios. Al reconocer la necesidad de una solución sólida, Slush y Stick monitorearon el panorama durante dos años antes de finalmente decidir crear su propia billetera de hardware.
En 2014, lanzaron el Trezor Model One. Este dispositivo fue el primer monedero de hardware de la historia, que combinaba un diseño fácil de usar, una generación de claves privadas verdaderamente aleatoria y la capacidad de firmar fácilmente transacciones completamente fuera de línea. Además, implementó el estándar BIP39, un nuevo estándar creado por los creadores de Trezor para respaldar los monederos utilizando una lista de 24 palabras que representan las claves privadas, un estándar adoptado por muchos monederos y familiar para cualquiera que haya puesto sus Bitcoin en autocustodia.
Cuando el usuario conecta el dispositivo por primera vez, este lo guía a través del proceso de configuración para crear una nueva billetera. El dispositivo genera una semilla de recuperación, que representa una versión legible para humanos de la clave privada maestra de la billetera y permite la recuperación de la billetera en caso de que el dispositivo no funcione correctamente. Se le solicita al usuario que escriba esta lista de palabras en una hoja de papel, lo que garantiza que se realice una copia de seguridad de la billetera y que las claves privadas permanezcan fuera de línea.
Este proceso de incorporación garantiza que los usuarios creen una copia de seguridad y la mantengan segura. El diseño fácil de usar ofrece seguridad avanzada, lo que hace que las billeteras de hardware sean accesibles tanto para principiantes como para usuarios experimentados.
La ventaja del código abierto
Un aspecto clave de Bitcoin es su compromiso con los principios de código abierto, y es por eso que los fundadores de Trezor se adhirieron a los mismos principios al desarrollar el Trezor Model One. Este enfoque ha sido adoptado por la mayoría de los fabricantes de la industria. El software de código abierto permite a la comunidad auditar y verificar la integridad de un sistema. Esta transparencia garantiza que las vulnerabilidades potenciales se puedan identificar y abordar rápidamente y permite la mejora por parte de la comunidad global. La primera billetera de hardware era de código abierto, y muchos en la industria han adoptado este enfoque de transparencia, enfatizando el espíritu de Bitcoin: "No confíes; verifica".
La importancia de la autocustodia
A lo largo de la vida de Bitcoin, hemos visto a muchos exchanges y custodios de criptomonedas colapsar o sufrir graves violaciones de seguridad, lo que demuestra la importancia de guardar sus claves privadas. El mantra “no son sus claves, no son sus monedas” enfatiza que confiar en instituciones de terceros significa confiarle a alguien más sus activos, lo que puede generar grandes problemas si el exchange es hackeado, mal administrado o enfrenta problemas legales.
El incidente de Mt. Gox en 2014, uno de los primeros y más notables colapsos de exchanges, provocó la pérdida de 850.000 bitcoins, valorados en cientos de millones de dólares en ese momento. Este catastrófico fallo se debió tanto a la piratería informática como a la mala gestión, lo que dejó a los usuarios sin poder recuperar sus fondos. Bitfinex también sufrió un importante hackeo en 2016, que resultó en el robo de casi 120.000 bitcoins. QuadrigaCX en 2019 vio a los usuarios perder el acceso a sus fondos tras la muerte repentina de su fundador, que era el único que tenía las claves de las carteras del exchange. Cryptopia se enfrentó a un hackeo debilitante en 2019, y Binance, el mayor exchange de criptomonedas por volumen, también ha sufrido infracciones y se enfrenta a un escrutinio regulatorio cada vez mayor. Más recientemente, el colapso de FTX en 2022 reforzó aún más los peligros de confiar activos a entidades centralizadas. En general, la mala gestión y las actividades fraudulentas provocaron la pérdida de miles de millones, lo que afectó a innumerables usuarios y socavó la confianza en los intercambios centralizados.
Al utilizar billeteras de hardware, las personas pueden lograr una verdadera independencia financiera, manteniendo sus activos digitales a salvo de las vulnerabilidades de custodios confiables.
El panorama cambiante de los monederos de hardware
En la última década, la industria de los monederos físicos se ha expandido enormemente y muchas empresas ofrecen una variedad de productos y funciones para satisfacer diferentes necesidades. Las interfaces de usuario ahora varían desde una navegación simple basada en botones hasta pantallas táctiles y teclados completos. Muchos dispositivos ahora admiten múltiples criptomonedas, mientras que algunos se centran exclusivamente en Bitcoin. Esta gama de dispositivos atiende tanto a principiantes como a usuarios avanzados, lo que garantiza que todos puedan encontrar una opción adecuada.
Otro avance ha sido la inclusión de elementos seguros, chips especializados diseñados para proteger los dispositivos de ataques físicos. Sin embargo, todos los elementos seguros disponibles actualmente en el mercado son de código cerrado, lo que plantea problemas de transparencia. Para abordar este problema, empresas como Tropic Square están trabajando activamente en el desarrollo de elementos seguros de código abierto para mejorar la confianza y la seguridad.
Otros avances importantes en la industria apuntan a mejorar la seguridad y solidez de las copias de seguridad de las billeteras. Técnicas como Shamir’s Secret Sharing, Multisignature Wallets y SeedXOR permiten a los usuarios eliminar puntos únicos de falla, lo que hace que sea mucho más difícil para los ladrones comprometer la billetera.
De cara al futuro, podemos esperar más mejoras en la seguridad y la usabilidad de los monederos físicos. Un avance notable es la implementación más amplia de un nuevo estándar mejorado, SLIP39, que utiliza el método de intercambio de secretos de Shamir. Este método se está volviendo preferido sobre el estándar tradicional BIP39 debido a su mayor seguridad y facilidad de uso. Con SLIP39, los usuarios comienzan con una única lista de palabras para respaldar su monedero y luego pueden actualizar a una copia de seguridad "fragmentada" con múltiples recursos compartidos. Este enfoque proporciona una solución flexible y altamente segura, lo que hace que las medidas de seguridad avanzadas sean más accesibles y prácticas para una gama más amplia de usuarios.
Mirando hacia la próxima década
Mientras celebramos el lanzamiento del primer monedero de hardware, queda claro que esta revolución ha transformado radicalmente la seguridad de las criptomonedas. Desde sus humildes comienzos como un proyecto de pasatiempo hasta convertirse en un nombre de confianza en la industria, Trezor ha sido pionero en innovaciones que han permitido a innumerables personas tomar el control de su futuro financiero. El recorrido desde los primeros prototipos hasta los sofisticados dispositivos que utilizamos hoy es un testimonio de la visión y la dedicación del equipo de Trezor.
Con la continua evolución de la funcionalidad de Hardware Wallet y el compromiso con la seguridad y la transparencia, el futuro parece prometedor. De cara a la próxima década, la industria sigue dedicada a proteger e innovar en materia de seguridad y usabilidad de Bitcoin, garantizando que la autocustodia sea cada vez más accesible y segura para todos.
Esta es una publicación invitada de Josef Tetek. Las opiniones expresadas son exclusivamente suyas y no necesariamente reflejan las de BTC Inc o Bitcoin Magazine.
Fuente: Revista Bitcoin
La publicación Celebrando los 10 años de la revolución de las billeteras de hardware apareció primero en Crypto Breaking News.