El cierre de la instalación minera de Bitcoin en Hadsel, Noruega, ha provocado un aumento del 20% en las facturas de electricidad de los residentes locales. Esta instalación se vio obligada a cerrar después de que el municipio le negara la renovación de la licencia debido a las quejas por ruido de la comunidad circundante. Esta instalación, operada por Kryptovault, representaba el 20% de los ingresos de la empresa energética local, Noranett.

Razones detrás del cierre de la instalación

Con la pérdida de su cliente más importante, Noranett decidió aumentar los precios de la electricidad para los residentes a fin de cubrir la brecha de ingresos. En consecuencia, los ciudadanos ahora enfrentan facturas anuales que son varios cientos de dólares más altas. Un gerente de Noranett comentó sobre la situación y afirmó: "La partida de un cliente tan importante de la noche a la mañana sin duda tiene un impacto".

Respuesta y planes del gobierno local

El alcalde de Hadsel señaló la necesidad de gestionar las consecuencias de la pérdida de un importante consumidor de energía dentro de los marcos regulatorios. El municipio buscará ahora nuevos proyectos para utilizar el exceso de capacidad energética. Este incidente ha puesto de relieve cómo la minería de Bitcoin podría reducir los costes de la electricidad al distribuir los gastos de la red entre una base de clientes más amplia, lo que sugiere que la continuidad de las operaciones podría haber evitado subidas de precios para los residentes.

Esta situación ha reavivado los debates en Noruega sobre posibles restricciones a las actividades mineras que consumen mucha energía. Dichas restricciones podrían obligar a los mineros a trasladar sus operaciones al extranjero, lo que podría generar precios aún más altos para los consumidores locales. El caso de Hadsel ilustra los desafíos que supone equilibrar el uso de energía con su impacto económico en la comunidad.