Powell, el jefe de la Reserva Federal, está de mal humor, como un gallo derrotado. Se dio cuenta de que esta vez quería usar la hoz del dólar estadounidense para cortar los "puerros" del mundo, pero falló. Era la primera vez que se encontraba en tal lío. Quería atrapar a quien quisiera atrapar, pero al final solo atrapé a los desafortunados japoneses. Estados Unidos ha hecho muchos cálculos, pero ha olvidado que los "puerros" ya han practicado la autodefensa y ya no compran dólares.