El director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, compartió recientemente un vídeo de él conduciendo un Koenigsegg Regera, uno de los hipercoches más elegantes del mundo, lo que generó críticas de Elon Musk. Este incidente ha puesto de relieve una vez más la tensión actual entre los dos magnates de la tecnología. 

Lea también: El fuerte gasto en inteligencia artificial de las grandes empresas tecnológicas genera preocupaciones en los inversores 

El Koenigsegg Regera es un automóvil deportivo híbrido de edición limitada producido por el fabricante de automóviles sueco Koenigsegg. El precio del automóvil comienza en 1,9 millones de dólares y se ha vendido por hasta 3,7 millones de dólares en subastas.


Elon Musk aviva la controversia con una respuesta directa

El vídeo, que ha recibido más de 4 millones de visitas, ha generado mucha controversia sobre cómo el director ejecutivo de una organización sin fines de lucro puede permitirse un artículo tan caro. Un usuario de X (anteriormente Twitter) comentó sarcásticamente: “¿Quién hubiera pensado que un trabajo sin fines de lucro paga tan bien? " 

Elon Musk respondió cuando el vídeo fue publicado por 'Tesla Owners Silicon Valley' con el comentario: "El director ejecutivo de OpenAI conduce uno de los coches más caros. ¿Cómo se convirtió OpenAI en una empresa con fines de lucro cuando era una organización sin fines de lucro?

"Excelente pregunta", respondió Musk, lo que generó más especulaciones sobre los objetivos y fuentes de financiación de OpenAI. 

CEO @OpenAI conduciendo uno de los autos más caros ¿Cómo se convirtió la IA abierta en un negocio con fines de lucro cuando no era una organización sin fines de lucro? pic.twitter.com/5gfjKoGUQh

– Propietarios de Tesla Silicon Valley (@teslaownersSV) 10 de julio de 2024

Elon Musk y Sam Altman iniciaron OpenAI en 2015 con la ayuda de otros empresarios e ingenieros famosos. El objetivo inicial de OpenAI era llevar la IA a todos y la empresa se creó como una organización sin fines de lucro. Sin embargo, en el año 2018, Musk renunció y, en febrero de 2024, demandó a OpenAI y Altman por desviarse de la visión original sin fines de lucro.

Musk acusó a OpenAI de convertirse en una empresa con fines de lucro respaldada por Microsoft, lo que iba en contra de la idea original. Si bien Musk retiró la demanda en junio, sus comentarios recientes indican que el conflicto sigue sin resolverse.

Además, el mes pasado, Musk publicó en X que si Apple introduce OpenAI en sus productos como la compañía pretendía hacerlo, los productos no serán bienvenidos en sus diversas organizaciones. Esto fue en respuesta a Greg Brockman, presidente de OpenAI, quien también figura en la demanda de Musk, afirmando que ChatGPT se integraría en los sistemas Apple para iPhones, iPads y computadoras Mac.

La disputa entre Musk y Altman se reaviva por la dirección de OpenAI

Musk y Altman han tenido una relación bastante compleja a lo largo de los años, y los dos se enfrentaron en varias ocasiones. Musk renunció a la junta directiva de OpenAI en 2018, lo que provocó los primeros desacuerdos abiertamente conocidos sobre la visión y los objetivos de la empresa. Musk ha sido bastante franco sobre la cuestión del interés corporativo en la IA, señalando que los incentivos financieros pueden llegar a ser el principal impulsor del campo y no su noble propósito de mejorar la vida humana.

Por el contrario, Altman ha defendido la decisión de OpenAI de buscar financiación sustancial para acelerar la investigación y el desarrollo de la IA. Este enfoque ha permitido a OpenAI lograr grandes hitos en este campo, pero al mismo tiempo la organización ha enfrentado críticas, incluso de Musk, quien la acusó de traicionar los objetivos iniciales.