Las remesas criptográficas a Venezuela han aumentado a medida que se profundiza la crisis económica del país, y representan el 9% de los 5.400 millones de dólares enviados en 2023. Los servicios de remesas tradicionales como Western Union a menudo resultan inviables debido a las altas tarifas y los problemas de suministro de divisas. A pesar de tener las mayores reservas probadas de petróleo del mundo, Venezuela sufre una inflación galopante, sanciones y corrupción. Petro, la criptomoneda respaldada por el estado del gobierno, no logró ganar terreno y fue cerrada en 2024. Sin embargo, el gobierno continúa explorando activos digitales para eludir las sanciones estadounidenses. Mientras tanto, la criptominería fue prohibida en 2024 debido a la escasez de energía.