Según CoinDesk, se prevé que las próximas elecciones del Reino Unido el 4 de julio resulten en un gobierno laborista, un cambio que podría tener implicaciones significativas para el ecosistema criptográfico del país. La industria de las criptomonedas en el Reino Unido ha experimentado un crecimiento constante bajo gobiernos predominantemente conservadores desde la creación de Bitcoin hace 15 años.

Laura Navaratnam, líder de políticas del Reino Unido para el Crypto Council for Innovation, ha expresado su opinión sobre el impacto potencial de este cambio de liderazgo. Antes del anuncio de las elecciones, la industria de las criptomonedas se había acostumbrado a un gobierno que en general entendía y apoyaba las criptomonedas. En 2022, John Glen, Secretario de Economía del Tesoro, se comprometió a hacer del Reino Unido un centro global para tecnologías de criptoactivos. Este compromiso fue reiterado por sus sucesores Andrew Griffith en 2023 y Bim Afolami, quienes instaron a los reguladores a garantizar que el éxito de la criptoindustria no se viera socavado.

Sin embargo, con un 41% de los votos laboristas en las encuestas, un cambio significativo en el liderazgo es inminente después de 14 años de gobierno conservador. El manifiesto laborista, publicado hace dos semanas, no menciona los activos digitales ni los servicios financieros, lo que lleva a especular que el Partido Laborista aún no ha desarrollado una posición sobre las tecnologías criptográficas y blockchain.

Navaratnam sugiere que el gobierno laborista entrante podría tener impactos positivos en áreas como la regulación de las monedas estables, la claridad regulatoria sobre las apuestas y la orientación sobre promociones financieras. Ella enfatiza que el ecosistema de activos digitales llegó para quedarse y que los reguladores a nivel mundial deben adoptar Web3 y los criptoactivos al tiempo que introducen regímenes regulatorios sólidos.

Sin una acción rápida y decisiva por parte del nuevo gobierno, Navaratnam advierte que el Reino Unido podría perder su posición como líder mundial en innovación y quedar rezagado en regiones como la Unión Europea y el sudeste asiático, donde ya existen regímenes regulatorios.