Incluso si la cuántica destruyera el algoritmo SHA_256, un consenso de la comunidad para construir una nueva función de hash sería posible en Bitcoin.

por Paulo Márquez 30 diciembre, 2024 Tiempo de lectura: 6 minutos.

La era post-cuántica de bitcoin es un debate en el aire tras el último avance en chips de Google.

Bitcoin podría mudar su algoritmo de hash sobre la marcha en caso de una ruptura del SHA-256.

Recientemente, la gigante tecnológica Google lanzó al mercado un chip cuántico llamado Willow. La capacidad de procesamiento de este chip se ha descrito de manera atractiva para el marketing, diciendo que puede resolver en 5 minutos un problema matemático «que a una supercomputadora le demoraría 10 septillones de años (es decir, 10 25), un número que excede ampliamente la edad del Universo”. Pese a que esta tecnología está en fase experimental y no tiene aplicaciones prácticas, su existencia se estima determinante para el futuro de los sistemas computacionales y de criptografía.

Satoshi Nakamoto ya había previsto algo así en 2010, cuando imaginó la posibilidad de que el algoritmo SHA-256 fuese destruido. El creador de Bitcoin no menciona qué ni cómo podría destruir esta función hash, pero expone las consecuencias de que una tecnología cualquiera dejara obsoleto dicho algoritmo.

SHA-256, cuyo nombre es Secure Hash Algorithm 256, es una función criptográfica que convierte cualquier bloque de datos en una cadena de caracteres de longitud fija de 256 bits. Este algoritmo tiene dos características que lo hacen de alta seguridad.

Una es que posee irreversibilidad, pues a partir de los datos encriptados por el hash no pueden recrearse, en vía inversa, los datos originales. Otra es que es resistente a las colisiones: está diseñado para evitar que dos entradas distintas produzcan la misma cadena numérica. La colisión o repetición de estas series numéricas traería consecuencias como replicación de direcciones de bitcoin, lo que vulneraría el funcionamiento integral de la red y su capacidad para salvaguardar la propiedad digital.

Según Satoshi, SHA-256 ya era “bastante fuerte” en 2010, intuyendo que este algoritmo podía conservar vigencia por varias décadas de no suceder un ataque masivo a la red. Es una realidad que ésta ha conservado dicha vigencia por una década y media, y tendría que perdurar al menos dos décadas para que la predicción del creador de Bitcoin se cumpla.

De cualquier manera, Satoshi consideró que, de existir una tecnología capaz de romper la función de hash, como la computación cuántica, cuya capacidad de procesamiento es superior a todo lo conocido actualmente, ello no significaría el fin del mundo para Bitcoin, que es un sistema abierto, libre y puede ser modificado sobre la marcha para sortear dificultades de toda clase...

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