Si eres nuevo en el mundo de las criptomonedas, es probable que hayas sentido algo llamado FOMO (Fear of Missing Out, o miedo a perderse de algo). Me pasó a mí cuando abrí mi cuenta en Binance por primera vez. Miré el precio de Bitcoin en unos $34,000 y Solana en $34, y pensé: ¿Y si compro ahora o me pierdo la subida? Pero el FOMO a veces nos lleva a tomar decisiones sin tanto análisis, y esa emoción me hizo comprar otras monedas que ya estaban en una etapa muy avanzada de su carrera alcista.
Lo curioso es que ahora, con más experiencia, he comprado Bitcoin en alrededor de $70,000 y Solana entre $170 y $180. Aunque parece caro, lo veo con otra perspectiva: estamos en un mercado que eventualmente experimentará otro bullrun (subida generalizada), y hay posibilidades de que incluso estas compras caras puedan rendir frutos en el futuro.
Lecciones del FOMO: Bitcoin como Inversión a Largo Plazo
Lo que me ha dejado claro mi experiencia es que Bitcoin es una inversión a largo plazo. Siendo honestos, podemos mirar esta compra de hoy como una compra “barata” para el Sir Miguel de unos 20 o 30 años en el futuro. Mi estrategia ahora es acumular Bitcoin, aunque sean fracciones mínimas, y mantenerlo en HODL (aguantar sin vender) sin enfocarme en el corto plazo.
Si estás en esto por el largo plazo, considera el FOMO como una motivación, pero asegúrate de evaluar si las compras realmente encajan en tu estrategia. Aquí seguimos aprendiendo, pero con la vista puesta en el futuro.
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