Aún no llegamos a la mitad de 2024 y ya podemos tener una certeza: este año quedará como un hito en la historia de la revolución cripto en lo que respecta a los ETFs spot. Después de la autorización de la SEC y el inicio de operación de ETFs de Bitcoin en los Estados Unidos en enero, recientemente los reguladores de mercado de Hong Kong dieron luz verde a esta modalidad allí.
Pero aquí hay una diferencia interesante que vale la pena resaltar: los ETFs también son para Ether, no solo Bitcoin. ¿Qué diferencia hace esto?
Primero hablemos del Hong Kong de hoy
La luz verde otorgada por las autoridades reguladoras de Hong Kong ocurrió para dos instituciones: Harvest Fund Management y Bosera Asset Management. Desde enero de 2024, otras dos instituciones también estaban buscando este permiso: Samsung Asset Management y CSOP Asset Management, pero hasta el momento no han recibido tal aprobación.
La planificación que estas instituciones financieras se propusieron está relacionada con un marco legal introducido en junio de 2023, que trajo como novedades el hecho de no solo abrir el campo de posibilidades para ETFs con Ether, sino también una serie de medidas que buscan proteger a quienes invierten en estos activos.
Todo esto ocurre en medio de una dualidad curiosa: mientras que China ha prohibido varias actividades relacionadas con criptomonedas, Hong Kong busca convertirse en una referencia global en el ecosistema cripto.
O, como suele decirse, quieren convertirse en un centro financiero específico en este tema, tanto en términos regulatorios como de las actividades y flujos financieros involucrados.
Un momento positivo local y global
Así como discutimos de cómo el halving de Bitcoin debería contribuir al avance de su cotización, tenemos en este movimiento en Hong Kong otro factor positivo para la criptomoneda y, en este caso, también para Ether y todas las criptos relacionadas con el universo de finanzas descentralizadas (DeFi).
Claramente, la influencia será mayor sobre estas dos criptomonedas de manera directa (Bitcoin y Ether), pero no podemos dejar de considerar que los efectos también son positivos para otras criptomonedas asociadas porque, a través de este paso en Hong Kong, se abre una posibilidad fuerte en Asia para acceder a este tipo de activos.
Aunque con perfiles diferentes, las personas que invierten en los Estados Unidos y en Asia tienen algo en común: el potencial de inversión solo podría volverse realidad a partir de la autorización por las autoridades regulatorias y la disponibilidad por parte de las instituciones financieras locales.
Si has seguido el universo cripto durante varios años, puede parecerte extraña la necesidad de instituciones financieras cercanas para desbloquear inversiones a un nivel más amplio —con más personas y con más recursos—, pero recuerda: es justamente en este demográfico de "quiero invertir, solo que no sé cómo" donde pueden producirse avances significativos en estos mercados.
Una cosa es lo que teníamos cuando las transacciones con criptomonedas ocurrían entre partes que prácticamente descubrían juntas las posibilidades de esta revolución y otra muy diferente es cuando el nivel de normalización alcanzado es tan grande que una persona que solo había oído hablar sobre criptomonedas logra efectivamente comprar y vender con la app de la institución financiera que ha usado durante mucho tiempo.
La unión de los nuevos flujos provenientes del comercio minorista americano con las varias posibilidades —y no solo en Bitcoin, sino también en Ether— que ahora se están liberando en Hong Kong apuntan a vientos positivos para los precios de Bitcoin y Ether.
Pero vale la pena reforzar: tales vientos positivos no solo soplan las velas de estas dos criptomonedas, también ayudan a la navegación de otros proyectos asociados y del mercado cripto en general.
¿Dónde más podemos esperar alguna chispa de estos ETFs?
Culturalmente, es fácil detectar muchas diferencias entre Occidente y Oriente. Una de las más notables está en la distinción entre ahorro y consumo. Mientras que en el mundo occidental somos tentados diariamente a ampliar las posibilidades de consumo y contamos con ciertas estructuras de estado de bienestar que buscan asegurar una vejez financieramente más tranquila, en Oriente el gran hábito está en la acumulación de recursos con el objetivo de aliviar la situación financiera de las próximas generaciones.
Este factor cultural alerta sobre un aspecto importante cuando el tema son las inversiones realizadas por personas que viven en Asia: como la propensión a ahorrar con el objetivo de acumular fondos para la próxima generación es mayor, toda nueva posibilidad de inversión que se proclame como lo suficientemente resistente para aparecer en instituciones tradicionales de forma más fácil —como en una app en la palma de la mano— acaba generando interés y una demanda casi automática.
La apertura de este canal en Hong Kong ya altera los ánimos de la autoridad reguladora de Corea del Sur: este es otro país asiático conocido por atravesar ciertas oleadas de atracción por inversiones en activos digitales y, dado que la movilización recientemente autorizada en Hong Kong comenzó de manera muy activa en enero y también que existen ETFs de Bitcoin autorizados en los Estados Unidos desde enero, ya se han hecho cuestionamientos a la autoridad reguladora surcoreana sobre cuándo ese otro país se posicionará sobre el tema, ya sea permitiendo la inversión de sus ciudadanos o abriendo la posibilidad de nuevos ETFs en el propio país.
Entonces, ¿dónde debería estar la atención de los inversionistas?
Diferente a lo que se solía hablar hace años, ahora el gran enfoque del universo cripto no está en “cuándo llegará el momento en que estas tecnologías comenzarán a ser adoptadas", sino en cuánto ya se están convirtiendo en realidad en el tiempo presente.
La nueva demanda proveniente de América —y pronto también de Asia— debería justificar ajustes positivos en los precios en los próximos períodos. Vale la pena que quien invierte intente entender cómo esta adopción podría difundirse aún más o ser frenada en su expansión en el continente asiático.
Aparentemente, el futuro distante y utópico que muchos se imaginaban para el universo cripto comienza a hacerse realidad. ¡Subirse a esta ola parece ser una gran idea!
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Imagen por Ryan Mac en Unsplash