1. Dogecoin (DOGE): La Favorita de Musk y el Cripto Meme que Revoluciona el Mercado
Musk no solo es un aficionado de DOGE; también ha dado pasos concretos para integrar esta criptomoneda en sus empresas. Tesla comenzó a aceptar DOGE como forma de pago por algunos de sus productos, y se ha especulado sobre la posibilidad de que los vehículos de Tesla también puedan adquirirse en DOGE en el futuro. Además, en su rol al frente de SpaceX, Musk impulsó un proyecto de lanzamiento de satélites que fue financiado en DOGE. La influencia de Musk sobre DOGE ha sido tan grande que incluso la posibilidad de crear un “Departamento de Efectividad Gubernamental” (DOGE) ha sido parte de sus propuestas, especialmente si Donald Trump regresa a la presidencia de EE. UU.
2. Bitcoin (BTC): El Gigante del Mercado que Tesla No Quiere Dejar Ir
Tesla posee alrededor de 778 millones de dólares en BTC, lo que la convierte en una de las ballenas de Bitcoin más grandes del mercado. Aunque la compañía hizo olas al mover todas sus tenencias de BTC de su billetera pública, lo que generó especulaciones sobre su futuro enfoque en las criptomonedas, el soporte de Musk a Bitcoin sigue siendo claro.
En cuanto a su propia posesión de Bitcoin, Musk ha admitido públicamente que posee alrededor de 0.25 BTC, lo que ha sido una sorpresa para algunos, dada la magnitud de su influencia en el ecosistema cripto. Sin embargo, su respaldo a BTC va más allá de las inversiones personales, demostrando que Musk sigue siendo una figura clave en la adopción y evolución de Bitcoin.
3. Ethereum (ETH): La Segunda Mayor Criptomoneda que También Tiene el Visto Bueno de Musk
Ethereum, con su revolucionaria tecnología de contratos inteligentes y su papel crucial en el ecosistema de las finanzas descentralizadas (DeFi) y los tokens no fungibles (NFT), ha capturado la atención de Musk debido a su enfoque innovador hacia la descentralización. Aunque no se sabe con certeza cuántos ETH posee, el hecho de que Musk haya admitido públicamente su interés en esta criptomoneda refleja su reconocimiento del potencial de Ethereum para cambiar el futuro de los sistemas financieros y de las aplicaciones descentralizadas.
