- El ego y la soberbia muchas veces no nos dejan entender el simple mensaje que hay detrás de una linda historia.

Resulta ser que en 2018, Héctor, un chico sin conocimiento de trading y realmente neofito en el asunto de las criptomonedas, fue aconsejado por un trader cuya experiencia era un poco mayor y mejor que la de él; para que comprará una cantidad de BTC que no afectara a su bolsillo y que pudiera dejar ahí como cosa perdida por un tiempo indefinido hasta que el trader experimentado le avisará nuevamente...
El trader sin experiencia y nuevo en esto, compró en 2018, cuando el precio de un BTC oscilaba los 6600 dólares tan solo 0.33 BTC.. es decir, apenas 2200 dólares que pudo juntar con mucho sacrificio.
Eso es muy poco diría cualquier trader de futuros, yo lo compro incluso en un solo trade apalancado.
Pero ey! resulta que el trader de futuros hizo circo, maroma y teatro para apenas hacer crecer su cuenta; ganaba, perdía y a veces hacia coberturas que le tomaba tiempo resolver o que simplemente cerraba en pérdidas o break, mientras que el otro inversor, ignorante, neofito y prácticamente sin ideas, y que fue aconsejado, solo esperó. De manera que luego de un tiempo, 6 años para ser precisos, el trader experimentado vio que el bitcoin había llegado a la modica cantidad de 99000 dolares por lo que tuvo a bien llamar a su amigo...
Qué hay Héctor? Le dijo, supongo que aun tienes tu inversión en BTC?
Y justo aquí la historia da un vuelco fenomenal...
Pues Héctor, contra viento y marea y más por ignorancia que por cualquier otra cosa, mantuvo su posición y no vendió y ahora su amigo le dice... "Héctor revisa tu inversión" y él sin tener idea de qué es lo que estaba pasando, vio como su balance se incrementó en 15 veces su valor inicial, era casi de desmayo la impresión para él. No podía creer que había invertido apenas 2200 dólares y ahora tenía 33000 dólares en su cuenta, que en conversión a pesos mexicanos, actualmente serían 660000 pesos, por solo esperar, sin hacer absolutamente nada y sin jugarle al experto, hizo algo que jamás hubiera pensado, su inversión de tan solo 42000 pesos mexicanos, se había convertido en una muy jugosa ganancia.
Héctor, asombrado por esto, le dice al trader experimentado, oye mil gracias, de verdad... Mientras que el trader experimentado contesta en voz seca y un poco molesto por dentro, "no hay de que"...
El trader neofito pregunta al que considera su mentor y que fue quien además le dió el consejo de invertir.... "Y tú qué tal te fue a ti? Seguramente ganaste una fortuna, cierto?; pues tú fuiste quien me dió el consejo a mi, seguramente tú tienes mucho más.
A lo que el trader "experimentado" contesta, ciertamente furioso y molesto, —No, que más quisiera— sí gane, pero no tuve la capacidad de entender el potencial de una inversión a mediano plazo, decidí hacer futuros creerme trader profesional y arriesgué innecesariamente mi dinero y pude obtener ganancias pero sin sentidonde urgencia hubiera ganado lo mismo o más que tú y sin haber hecho absolutamente nada...
Qué nos enseña está breve escena?
Que no por mucho tradear uno se vuelve más rico o tiene mejor rendimiento, que el sentido de urgencia, la impaciencia y el riesgo nos puede hacer perder dinero y que si sabes invertir puedes convertir una pequeña cantidad en una muy buena ganancia.
Y Tú ¿Eres Héctor o el trader "experimentado"?