La autoridad se esconde tras la ley para controlar a bitcoin y la libertad de expresión
Las redes centralizadas están bajo el constante acecho y control de la fuerza estatal.
Gobiernos secuestran ejecutivos para manipular empresas digitales.
La autoridad estatal usa coerción física para controlar el dinero y la narrativa.En el mundo fíat la autoridad decide cómo se administra la información y el dinero. Y para asegurarse de ello utiliza la fuerza física sobre personas como palanca de negociación.
Veamos algunos ejemplos. El gobierno de Nigeria quiere cobrarle 10.000 millones de dólares a Binance porque, según ellos, el exchange es responsable de la devaluación de su moneda fíat. Entonces, debido a la imposibilidad física de secuestrar al dueño del exchange ya que este no cometió la arriesgada opción de visitar el africano país, opta por secuestrar a tres de sus ejecutivos que si cometieron esa arriesgada visita turística. Lógicamente, el Estado nigeriano no le llama secuestro sino arresto preventivo. Busca así controlar el discurso con el fin de sanear la inmoral acción de privar de la libertad ambulatoria a gente que nunca ha sido declarada culpable y que, además, liminalmente, nunca ha dañado a persona alguna atento la inexistencia de víctimas en los aludidos delitos cometidos.
De esta forma podemos ver que, tal como indica Vinay Gupta, “el Estado es cualquier entidad que puede perdonar retroactivamente un crimen”. Por otro lado, pero con un similar accionar, cuando el gobierno de Estados Unidos quiso plata de Binance negoció directamente con el dueño y logró su objetivo más rápidamente. Pero también apalancó su negociación en la amenaza de “secuestro legalizado”, ya que llevó a Changpeng Zhao a ser condenado a prisión incluso a pesar de haber pagado más de cuatro mil millones de dólares.